Cancún.- La otrora popular zona de bares en la avenida Yaxchilán concluye uno de los peores años en cuanto a ingresos, con el cierre de todavía más locales, que se suman a las ruinas de otros que han estado abandonado desde hace años. Propietarios lamentan la falta de voluntad política para rescatar esta céntrica zona.
Una persecución armada, que atravesó esta zona, en 2012, marcó un antes y después para esta avenida, que nunca pudo recuperarse de la pérdida de clientela, espantada por la inseguridad. En estos ocho años, la situación sólo se ha tornado peor, con vendedores de droga y prostitutas abiertamente “adueñándose” de sectores de la avenida, con aparente complicidad o indiferencia de las autoridades. Diversos locales ya en ruinas son el único testimonio que queda de los restaurantes cerrados ya.
Este año, la inactividad obligada a causa del COVID-19 hizo que los últimos baluartes de esta avenida, Los Anafres y La Taberna, también abandonaran su casa matriz, reubicándose en zonas más transitadas.
Aunque el panorama parece deplorable, no deja de tratarse de una avenida a espaldas del popular Parque de las Palapas, a menos de 100 metros de la avenida Tulum. La avenida fue renovada en 2014 y cuenta con amplias veredas y pasos peatonales. La avenida Sunyaxchén, que conecta al Mercado 28, tiene incluso un andador en su camellón central, pensado para eventos culturales.
Comerciantes señalan que con un programa de vigilancia, y de fomento económico, se podría traer nueva vida a esta emblemática arteria, para rescatarla de las garras del crimen organizado.
