Isla Mujeres.- Un manatí que fue hallado en costas de Isla Mujeres y que después se descubrió había llegado desde Florida, Estados Unidos, ya fue regresado al mar, con un aparato rastreador.
Fue a finales de noviembre de 2020 cuando este ejemplar sorprendió con su presencia en las aguas del Caribe mexicano.
Un manatí proveniente de Florida, Estados Unidos, llegó de manera inédita, siendo observado primero fue en aguas cercanas a Cancún y luego en Isla Mujeres, hasta que el pasado martes 26 de enero fue capturado y trasladado a un estanque en la Tortugranja de la ínsula, para practicarle estudios y verificar su estado de salud.
Una semana después, la mañana de este martes, un grupo de alrededor de 20 personas, entre expertos de la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos (Amhmar), representantes de la Procuraduría Federal para la Protección al Ambiente (Profepa) y personal de la Dirección de Medio Ambiente y Ecología municipal volvieron para realizarle nuevos estudios, marcarlo con un radiotransmisor y dejarlo libre.
“Es el primer registro que tenemos, no podemos decir que no había sucedido, incluso por algunas cuestiones de genética se calcula que un evento como este puede pasar cada 40 o 100 años, pero realmente fue algo insólito, hay registros en Cuba del manatí de la Florida, pero no teníamos registro de esta subespecie aquí en la República mexicana”, explicó el médico veterinario Roberto Sánchez Okrucky, vicepresidente del Comité de Educación y Bienestar Animal de la Amhmar .
De hecho, desde Quintana Roo tuvieron que contactar a las autoridades de Estados Unidos, quienes lo identificaron, con base en un registro que llevan de todos estos ejemplares, y en unas cicatrices, comunes de heridas producidas por la propela de las embarcaciones.
‘TITÁNICA’ LABOR
El mamífero, de poco más de tres metros y casi 800 kilos, pimero fue sacado del estanque para tomarle algunas muestras de sangre y posteriormente le fue colocado el radiotransmisor, diseñado especifamente para manatíes.
«Con este equipo lo que vamos a poder hacer es seguirlo de manera constante a través de un GPS con información satelital y vamos a saber cada media hora donde se encuentra ubicado, en general qué está haciendo”, detalló en su intervención Benjamín Morales Vela, Investigador del Colegio de la Frontera Sur.
Ya listo y después de una serie de maniobras debidamente coordinadas, este visitante de La Florida fue dejado nuevamente en libertad.
Su reencuentro con la vida marina fue muy emotivo; entre aplausos se alejó lentamente hasta perderse en el horizonte.
Los especialistas informaron que el ejemplar se encuentra en perfectas condiciones y que la marcación con el radiotransmisor proporcionará información valiosa para aplicar en la ciencia y en la conservación.
“Es muy probable que regrese a la zona donde lo capturamos porque la gente le proporcionaba agua, le daba algo comida, pero en la manera en que nosotros logramos convencer a la gente de la importancia de que no se lleven esas actividades, el animal va a tener que ir regresando a su patrón conductual normal, porque deveras tenemos la esperanza de que regresa Florida», aseveró Sánchez Okrucky.
Así fue el final en la historia de este manatí, cuyos motivos de su travesía de miles de kilómetros desde La Florida, Estados Unidos, aún son una incognita, aunque lo ciertro es que desde ahora y por un año, que es el tiempo promedio de vida del cinturón que sujeta el radiotranmisor y de la pila del dispositivo, el investigador Morales Vela podrá monitear su ubicación y estudiar su comportamiento.
