El secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Alberto Capella fue considerado como uno de los tres jefes policiacos más capacitados en el país para combatir la delincuencia organizada, junto con sus homólogos de la Ciudad de México, Omar García Harfuch y de Yucatán, Luis Felipe Saidén.
“Los altos mandos coinciden en que la capacidad de Omar García para combatir la delincuencia, en especial la organizada, es únicamente comparable con la de los secretarios de Seguridad de Quintana Roo, Alberto Capella, y de Yucatán, Luis Felipe Saidén; estos también con una larga carrera policiaca”, indicó Mario Maldonado, periodista de El Universal, después del atentado que sufrió el jefe policiaco de la CDMX.
El también analista Leo Zuckermann mencionó de igual forma la capacidad de Capella al insistir en que el país requiere más jefes policiacos preparados que sean civiles y no militares. “Lo que necesita este país son más jefes policiacos como Omar García. Civiles preparados en labores policiacas, no militares realizando dichas labores. Ésa ha sido la desgracia de este país. Tres presidentes —Calderón, Peña y López Obrador— que han metido cada vez más a las Fuerzas Armadas a la seguridad pública”.
Entre los jefes policiacos civiles que han enfrentado al crimen organizado Zuckerman recordó que “hace 12 años, en Tijuana, un grupo le disparó, con armas de alto calibre, a Alberto Capella. El entonces presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad de Baja California, hoy secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, salió ileso al repeler la agresión con un rifle”.
En el último año Capella enfrentó, además, una fuerte campaña de desprestigio financiada por la mafia rumana encabezada por Florian Tudor, “El tiburón”, y que contó con cómplices en medios de comunicación e instituciones, como la FGR.
Ese grupo delictivo fue descubierto a nivel internacional como una red dedicada a fraudes bancarios, skimming, lavado de dinero, intimidación, soborno y contrabando de personas en una investigación de OCCRP, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y Quinto Elemento Lab, medios que no sólo destaparon las operaciones de la banda sino el uso de campañas en medios de comunicación y su cercanía con personas en el poder para protegerse y, como estrategia, desprestigiar a la Policía de Quintana Roo que intervino en cateos contra el jefe de la mafia.
Con la extensa investigación periodística que abarcó 14 países donde ha operado esta banda, quedó al descubierto el gran poder económico del grupo criminal para sobornar a empleados, directivos y funcionarios de medios, corporativos e instituciones, cómplices que deberán ser investigados.