Secretario de Seguridad Pública

Aquí en Quintana Roo quién la hace la paga. No soy un hombre de odios ni rencores: Capella Ibarra, secretario de Seguridad Pública

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Entrevista

Por Pedro Canché

José María Morelos, Quintana Roo.- Alberto Capella Ibarra, secretario de seguridad de Quintana Roo en entrevista con Pedro Canché Noticias se presenta como un “selfmademan”, es decir, un hombre que se hizo así mismo. Dice que en sus años mozos fue vendedor ambulante, lavador de carros, instalador de cortinas y alfombras y hasta taquero. Tal como lo lee o lo puede escuchar en la entrevista: Taquero y a mucho orgullo explica: “los mejores tacos del mundo, pues Tijuana, al ser una ciudad multicultural -como lo son las ciudades de Quintana Roo-, adquiere los sabores de muchas regiones de México y al combinarlos crear una industria nueva que es la nueva cocina de Baja California, una de las mejores que hay ahorita en el mundo”.

Se resiste a cambiar su INE y ser quintanarroense, y evade la pregunta respondiendo que se siente mexicano y como diría el refrán popular “el que es perico, dónde sea es verde”.
Sus padres son de Sonora y Durango y repele el apellido Hank Rhon y el nombre de Jorge, uno de los símbolos de corrupción y mafia en Tijuana y en el norte de México. “Somos y tenemos visiones distintas, yo me hice con base en el esfuerzo propio y no nací en algodones ni llegue a administrar fortunas sin el más mínimo esfuerzo”, confiesa.

Capella habla y el periodista Pedro Canché lo cuestiona, lo interrumpe, lo quiere radiografiar. Reconoce una amistad con uno de los ex gobernadores más cuestionados de la historia reciente de México, Graco Ramírez, un perredista, político que durante años luchó contra el PRI-Sistema y que está terminando sus días envuelto en acusaciones de enriquecimiento inexplicable -de sus años como gobernador de Morelos- y de ineptitud como funcionario.
A pesar de ser amigo personal de Graco Ramírez no lo ha visto en los últimos años, pero si puede saludarlo vía telefónica lo hace con mucho gusto, confiesa: “fue como todos los seres humanos: un personaje que hizo cosas buenas y que cometió sus errores también pero finalmente los hechos van a empezar a hablar por sí mismos y no las pasiones que lo acusan de tantas cosas”. Sin dudarlo defiende a su exjefe: “cuando quienes manejaron una bandera política y manejaron ciertos argumentos (la inseguridad y delincuencia) ahora los escuchas tratando de dar justificaciones por no poder cumplir lo que prometían y ahora, obviamente echando la culpa al pasado”.

Sin duda alguna Capella Ibarra se refiere a Cuauhtémoc Blanco, el futbolista astro del fútbol mexicano, que soñó en grande y Morena lo hizo gobernador.

No soy un hombre de odios

El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco le advirtió a su homologo de Quintana Roo: “Capella Ibarra es gente mala, deshágase de él”. El astro de las canchas del América hacía referencia al “desastre” en seguridad que Alberto Capella, en ese entonces secretario de seguridad en Morelos, le había dejado.
Ahora Capella Ibarra en un tono de voz pausado responde: “He aprendido una cosa interesante en la vida y es que sí no tienes nada bueno que decir de alguien, lo mejor es quedarse callado” y después agrega: “en términos deportivos es un personaje bueno. El otro día un empresario morelense me daba una frase fabulosa porque hacía el símil de lo que está pasando políticamente ahorita en Morelos. Entonces me decía: ‘es como si el Club América nos contratará a ti o así para ser los delanteros del equipo, imagínate el desastre que habría en la delantera del equipo’. Buen, pues es lo que sucede, existe un desastre político y de seguridad en Morelos”.

Y Capella abunda: “no es llegar y ¿a ver que pasa? No es llegar a querer gobernar, a pretender ser un estadista y no tener la capacidad de entender las necesidades de la sociedad sino a verlas desde una perspectiva soberbia y radical. No es decirle a la gente lo que quiere escuchar” y sentencia: “El tiempo va a poner a cada quien en su lugar. Dejamos una condición en materia de seguridad pública en Morelos aceptable y acá llegamos con una situación desastrosa y se están invirtiendo los polos, acá se avanza en seguridad y allá la situación es cada vez más desastrosa”.
Y es que los fantasmas del pasado rondan a Capella Ibarra, nuevamente trae a la conversación el nombre de Graco Ramírez y de Tijuana. “Tengo un profundo sentido de lealtad y de gratitud a las personas que me han dado la gran oportunidad de trabajar con ellos, de sumarnos a los equipos de Graco Ramírez, trabajé casi 5 años como parte de su gabinete. Lo mismo con Carlos Bustamante Anchondo en Tijuana también. Seguramente agradeceré en su momento a Carlos Joaquín González por permitirme trabajar con él y sumar esfuerzos hasta que el tiempo y Dios nos permita seguir en este mundo. Esa es la parte de los valores que no hay que perder y me constan muchas cosas positivas que se hicieron en Morelos y me constan los errores que se cometieron, decisiones equivocadas”.

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