Felipe Carrillo Puerto.- Un lamentable suceso. Marco Antonio Sosa Blanco esperaba con felicidad a su primer hijo. Le faltaban dos semanas a su esposa para dar luz. Dedicado a la venta de aguas frescas embotelladas fue a Nicolás Bravo a cobrar a sus clientes, las tienditas donde dejaba su producto. Nunca volvió a su casa
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