Custodios del Centro de Readaptación Social (Cereso) de esta ciudad se lanzaron en paro de labores “de brazos caídos”, en exigencia de mayores medidas de seguridad y protección, luego que hace unos días un custodio fuera atacado a balazos y previamente, en marzo, otro fuera ejecutado.
Los custodios, parte de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, afirmaron que quieren hablar con el titular de esta dependencia, Rodolfo del Ángel Campos, para llegar a un acuerdo.
Mientras los custodios se reunían afuera del penal, arribaron agentes de la Policía Estatal, quienes juntos con efectivos militares asumieron el control del perímetro.
“El Centro está controlado, los internos han respondido ante el llamado que se ha hecho. La ciudadanía debe estar tranquilo, pues hay armonía en el penal”, explicó el director del lugar, Jaime Rodríguez Millán.
El alcaide dijo que dentro del penal está todo en tranquilidad, pero existe inseguridad puertas afuera, pues “existen intereses que se contraponen”, situación en la que no tienen injerencia ni control.
“Nosotros no tenemos la culpa de lo que sucede afuera; ellos lo saben perfectamente y saben que no hemos traicionado su seguridad”, declaró Rodríguez Millán, quien aceptó como justo su reclamo de contar con más personal, pues se requiere al menos 50 custodios por turno, en lugar de los 24 actuales.
También aseguró que, de los paristas, varios ya se habían reincorporado a sus labores.
Mientras el alcaide era entrevistado, algunos custodios gritaban desmintiéndolo, al decir que todos están con ellos, que van dos muertos y ya se amenazó que se asesinaría a otro custodio, y que no les dan solución a sus reclamos.
