El último adiós a la pequeña Kaili

Luego de una intensa lucha entre la vida y la muerte, la pequeña Kaili, de escasos 4 años, no pudo superar las adversidades provocadas por la irresponsabilidad de dos adultos al conducir, si, un taxista en estado de ebriedad y su propio padre que se pasa la luz preventiva del semáforo y se impacta, combinación que ha tenido un desenlace fatal. Cuando testigos y versiones oficiales señalaban que por el estado de ebriedad del taxista había ocurrido el accidente, un video demuestra que hay responsabilidad compartida, por la imprudencia del papá de la menor al conducir, que no alcanza a

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Luego de una intensa lucha entre la vida y la muerte, la pequeña Kaili, de escasos 4 años, no pudo superar las adversidades provocadas por la irresponsabilidad de dos adultos al conducir, si, un taxista en estado de ebriedad y su propio padre que se pasa la luz preventiva del semáforo y se impacta, combinación que ha tenido un desenlace fatal.
Cuando testigos y versiones oficiales señalaban que por el estado de ebriedad del taxista había ocurrido el accidente, un video demuestra que hay responsabilidad compartida, por la imprudencia del papá de la menor al conducir, que no alcanza a pasar la avenida y termina por impactarse en el costado del taxi con número económico 735.

Luego del terrible diagnóstico médico de fracturas craneoencefálico, la pequeña al ser hospitalizada cayó en coma y solo “un milagro” la salvaría, aunque durante los días 24 y 25 había una leva esperanza, a través de una atención especializada en un nosocomio de Mérida o de la Ciudad de México, pero no se logró debido a la burocracia y al seguro de automóvil del taxi que hasta la fecha brilla por su ausencia.

Esta pequeña finalmente falleció en las primeras horas de este 27 de enero, luego de luchar y aferrarse a la vida durante casi cuatro días, pero el carecer de un hospital que atienda este tipo de lesiones y personal calificado para ello, poco se pudo hacer para salvarle la vida.
El ebrio taxista que se decía era beneficiado por la ley, al pagar una fianza y salir libre, prácticamente queda absuelto de la responsabilidad total de la muerte de la menor Kaili, pese a ello fue el dueño de la unidad quien aceptó otorgar el perdón al papá de la menor y agilizar los trámites para que se le diera la atención médica lo más pronto posible.
La irresponsabilidad de ambos conductores – el taxista y el papá de la niña- involucrados en el accidente del 23 de enero pasado, han provocado la tragedia en esta familia, que hoy llora el deceso de la nena, la cual en vida era motivo de dicha y alegría de ese hogar ya en luto.

El fatal accidente ocurrió en el cruzamiento de las avenidas Érick Paolo y Constituyentes, cerca de Bodegas Aurrera y Soriana, cuando la pequeña iba en la motocicleta con sus padres (es decir tres ocupantes- otra agravante más) y del fuerte impacto al volarse el alto el su papá impactó al taxí en su costado izquierdo.
El abuelo de la niña —padre del motociclista que resultó con lesiones menores— localizó la tarde del 26 de enero a los medios de información, para solicitar la ayuda a fin de que se costeará el traslado de la pequeña Kaili, de ser posible aéreo hacia la ciudad de Mérida o la ciudad de México, pero desgraciadamente el burocratismo en el Hospital General y la falta de recursos económicos, fueron factores determinantes en el fallecimiento de esta nena.
El abuelo agotó todas las posibilidades y por momentos parecía que la pequeña Kaili lograba aferrarse a la vida, sin embargo irremediablemente perdió esta batalla, tristemente el día de hoy a las 4 de la mañana cuando falleció.
Lo paradójico del asunto es que mientras la pequeña Kaili, se debatía entre la vida y la muerte, el taxista, que según testigos estaba en visible estado de ebriedad, ya que hasta se intentó dar a la fuga, fue puesto en libertad, mientras que la madre de la menor otorgaba el perdón a su propio esposo, quien condujo la motocicleta de manera temeraria al volarse la luz ámbar y querer ganar el paso.
El taxista fue detenido en la calle Chablé con Constituyentes y puesto a disposición de la Fiscalía, ya que intentó darse a la fuga y luego de emitirse el peritaje y de ser revisado el video de seguridad fue puesto en libertad y solo será condenado a pagar las multas correspondientes.

Ese fatídico 23 de enero, diversos periodistas de la nota policiaca, se enfadaron con los elementos de la patrulla 12028 de la policía estatal, quien trataba de impedir a toda costa y lo logró, que los reporteros gráficos le tomaran fotografías al irresponsable taxista, así como a los accidentados, entre ellos el propio padre de la menor, que irresponsablemente quiso ganar el paso y solo ganó la muerte de su hija kaili.

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