La explotación sexual y de menores en Quintana Roo y en sus destinos turísticos, es un grave problema del que mucho se habla, pero del que se tienen pocos datos. Ante ello, organizaciones decidieron realizar un diagnóstico para entender fenómeno y plantear soluciones. Uno de los primeros datos obtenidos indica que entre el 30 y 40% de explotados sexualmente son menores.
La instancia encargada de este proyecto es la Red Internacional para acabar con la prostitución infantil, la pornografía y la trata de niños (Ecpat por sus siglas en inglés). Su coordinadora para México habló en entrevista del foro que realizan y de los primeros resultados de estos trabajos en pro de la niñez explotada sexualmente.
“(Ecpat) es una red mundial que busca el fin de la prostitución, la pornografía, y la trata de niños y niñas con fines sexuales. El foro que hoy nos convoca de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en el contexto de los viajes y turismo. Alternativas para la acción surgen en el contexto de un proyecto que desde hace año y medio venimos empleando en el estado de Quintana Roo, en particular en Cancún”, detalló Norma Negrete Aguayo.
Consideraron importante documentar estos hechos, de los que se habla mucho, pero de los que hay poca información al respecto.
“Era fundamental partir de un diagnóstico y hacer una intervención más asertiva. Convocamos a la iniciativa privada como uno de los principales actores en la prevención de la explotación sexual de menores en los viajes y el turismo; pero también a los gobiernos tanto estatal como municipales, a la sociedad civil “, relató.
Puntualizó que los recursos que permiten la implementación de este proyecto provienen del gobierno de los Países Bajos, así como de la TUI Care Foundation, organismo respaldado por la empresa turística alemana.
“Tenemos experiencias exitosas en diferentes latitudes como Reino Unido, Colombia, República Dominicana, Tailandia, el mismo Holanda, quienes nos presentaron algunas experiencias en el trabajo vinculado; sabemos que el problema es grande y no es la excepción en Cancún, lamentablemente, y en toda la Riviera Maya”, señaló.
TURISMO SEXUAL
El problema, puntualiza, se da tanto en espacios públicos como privados.
Una de las mayores dificultades para combatir este flagelo es que al parecer es un delito que se ha normalizado y que ni se denuncia, por lo que no hay cifras.
“La comunidad lo ha visto como un escenario común”, sentenció.
No es un asunto privativo de género, aunque sí hay más niñas que niños.
En cuanto a los agresores, no hay un solo perfil, pues pueden ser visitantes nacionales o extranjeros. Y dice que debido a que el turismo se ha diversificado, con sectores como el de eventos, negocios, bodas, deportivo, médico, el problema mismo también se ha vuelto más complejo.