Cancún.- La pandemia y luego la guerra paralizaron en gran medida la producción de refacciones y motores para embarcaciones, lo que ha repercutido en Quintana Roo, en donde hay cerca de 500 unidades sin poder usarse, por estar averiadas, lo que supone fuertes pérdidas diarias para los empresarios del sector náutico.
Francisco Fernández Millán presidente de la Asociación de Náuticos de Quintana Roo, reveló esa cifra, añadiendo que no se sabe cuándo podría estabilizarse esta situación, al tratarse de una crisis mundial. La falta de partes hace que las existentes se encarezcan, al grado que ya se han elevado en un 20% los costos de mantenimiento.
“Estamos en la misma línea con los transportistas y las aerolíneas; las refacciones son muy costosas porque son escasas y se tardan como mínimo unas 20 semanas en que las entreguen”, detalló.
Una planta de luz, señaló, puede tardar hasta 66 semanas en ser enviada, al existir tanta demanda y tan poca oferta.
En el último “Boat Show”, realizado en Miami, un fabricante de motores le comentó que las aspas para el ventilador del radiador, de aluminio, era fabricado en Alemania, pero ahora ya no los hacen más, por lo que tenían que hallar a un nuevo proveedor, pero en tanto resolvían eso, tenían la fabricación de motores detenida.
De las 3 mil embarcaciones de esta asociación, cerca de 500 están detenidas. Esto supone pérdidas diarias que van de los 5 a los 35 mil pesos, dependiendo del uso que se les diera.