Por Pedro Canché
El concepto de guerrilla urbana, al igual que la delincuencia, a evolucionado a una forma de actuar sin planeación y más por acción reacción y motivados por las drogas y una narcosubcultura mediática que ofrece dinero fácil, sexo y emoción,de tal forma que envuelve en sus redes fácilmente a una juventud rota y con un entorno social y familia desecho y olvidados por un gobierno sin políticas de prevención.
Este gobierno, envuelto y hundido en una corrupción centenaria, se quedó en el pasado, mientras la delincuencia evolucionó a pasos gigantes y si a eso le añadimos los avances en tecnología y comunicación, que ahora cualquiera tiene en la palma de su mano, crea una forma de combate urbano para el que nuestras policías no están preparadas.
Además les falta disciplina, doctrina,honor,compromiso, inteligencia, estratégia pero sobre todo unión confianza y coordinación entre corporaciones mientras no se tenga eso la delincuencia siempre nos llevará ventaja…
A Paco lo descuartizaron con saña. Le cortaron la cara y el cuello. Lo torturaron y lo envolvieron con una cobija y lo tiraron en una brecha en la colonia El Milagro.
“Encuentran encobijado en El Milagro”, fue el título de la prensa escrita y digital, cuyos lectores nada sorprende con los escasos datos y reseñas que manejan.
Paco tenía 13 años y su delito fue ser hijo de un abogado que ya no quiso prestar su servicio al crimen organizado. Fue un mensaje a los abogados. La mafia no se tienta el corazón.
En 2017 tres abogados fueron desparecidos de Cancún. Sus familiares aún esperan por ellos.
En la cancha de básquetbol Paco insertó el esférico un par de veces. Era muy alegre. El chico de la secundaria respiró el aire de esa brisa fresca de Enero. Fue la última bocanada pura.
No podía respirar. Iba atado en la cajuela de un Jetta. Un tufo de la cajuela lo asfixiaba. Lo levantaron entre dos hombres.
El chico que soñaba con ser abogado como su padre quedaron sus sueños en una brecha y envueltos con una vieja cobija gris.
-Es lo que te comenté, los ataques van a ir escalando, me dice el experto en análisis de violencia en las ciudades. Ha sostenido una reunión con militares y marinos y advierte :
“Los crímenes de Cancún ya alcanzaron la categoría de guerrilla urbana, sin embargo la Policía de Quintana Roo y su director Alberto Capella y los mandos de los otros cuerpos de policías municipales no tienen ninguna experiencia en combatir la guerrilla urbana”.
-Ahora el narco se va contra las mujeres y los niños, el nivel de la guerra está en su pico más alto y debemos estar en alerta roja, dijo.
Un bebé se salvó de morir ayer en Cancún. Los proyectiles no obstante acabaron con su padre y madre, tiradores de droga de una organización rival.
Mil personas han sido abatido a tiros en Cancún desde 2016 a la fecha, de los cuales 680 son jóvenes de 16 a 26 años y 27 mujeres familiares o víctimas colaterales de la guerra. Y niños unos 12 que no han escapado de las garras del narco.
Dos cosas favorecieron esta guerrilla urbana en Cancún con la estela de muerte que ni él Ejército puede parar.
En los sexenios de los gobernadores Félix González Canto y Roberto Borge Angulo existía una simbiosis con el crimen organizado. El jefe de escoltas del procurador Gaspar Armando García Torres -el procurador de Borge- era brazo derecho de doña Leticia Rodríguez, alias “doña Letty”y el subsecretario de Seguridad del Estado, de apellido Gamboa, era el enlace con “doña Letty” con las autoridades judiciales y penitenciarios.
El objetivo de la política de seguridad estatal en 2016 con el arribo de Carlos Joaquín fue derribar esta organización de Sinaloa (hecho un ceviche con los zetas y pelones ) de “doña Letty”, debido a que tenia nexos con instancias como la Fiscalía del Estado y la Policía Estatal, municipal, y los jueces de la entidad.
No había manera de tolerar la simbiosis. Carlos Arturo Álvarez Escalera, el fiscal a modo de Roberto Borge, no solo cuidaba las espaldas del ex gobernador sino estaba bien embarrado su corporación por lo que era necesario amputarlo.
La Policía estatal sabía dónde meterse y donde no. Las cuotas entre policías estatales, municipales y agentes ministeriales eran un negocio pactado y del que parecía no tener fin. La inexistente Procuraduría General de la República (PGR) no actuaba y esto ocasionó que la mafia se metiera hasta la cocina en Cancún y Playa del Carmen.
En Veracruz el cartel de Jalisco Nueva Generación triunfó y avanzó en la tierra de Javier Duarte con una estela de destrucción y muerte.
Ahora enfocaron sus baterías en Cancún y encontraron resistencia del cartel caribeño de Cancún de “doña Letty” … ahí empezó el conteo de los cadáveres de ambos bandos.
El grupo más sanguinario de los carteles que han existido en México fue logrando avanzar rápidamente en Quintana Roo, en 2016, con Borge en los últimos meses en el poder.
Después de la caída del PRI, el gobierno de Carlos Joaquín empezó una limpia en las corporaciones y así en conjunto con la PGR central dieron un golpe el 9 de Agosto de 2017 y atraparon a Leticia Rodríguez en Puebla, lejos de su zona confortable de Quintana Roo, donde había construido alianzas por todos lados.
Esta limpieza y corte con la mafia con la caída de Leticia Rodríguez, le dio fuerzas al entonces inexistente Cartel de Jalisco Nueva Generación que avanzó más rápido, sin embargo aún no logra dominar el Mercado y coptar a los otros grupos antagónicos. De ahí la estela de muerte.
-Si un gobierno en este momento elimina a todos los carteles en Quintana Roo, otros vendrán por lo atractivo que es el Mercado de las drogas y las ganancias multimillonarias en dólares, entonces lo que requiere el gobierno del Estado es control y mostrar su autoridad.
Nunca va a eliminar el mercado de las drogas. Pero cómo Estado tiene que demostrar su músculo y combatir este flagelo de ambos siglos, dice el experto.
El gobernador del Estado le ha pedido a dos presidentes de la República apoyo con esta lucha que marca con hierro a Cancún, la joya de la corona.
-Haz la ciudad militar y de ahí apoyamos la vigilancia, le dijo Enrique Peña Nieto. La ciudad militar recibió casi 2 mil millones de pesos. La infraestructura ya está , ya tiene 4 mil 300 soldados, pero hay otro gobierno federal con otras ideas.
-Será la guardia nacional pero hasta 2020 la tendremos funcionando para todo el país, ha dicho Andrés Manuel López Obrador en los foros donde se la ha comunicado la problemática de Quintana Roo.
No hay un respaldo de la federación. La marina y el ejército están en modo de espera ahora que Obrador ha dicho que su prioridad no es capturar capos y será una Guardia Nacional en proceso de integrarse quien haga la tarea.
La guerra en Cancún no tiene prioridad para AMLO al igual que no la tuvo con EPN. Solo parches como la gendarmería en Cancún y las fuerzas federales que solamente han detenido a pequeños distribuidores.
Una cruda verdad: Los únicos que se encargan de los delincuentes son ellos mismos.
Hay excepciones, hay policías de sangre que dan sus golpes esporádicos. Lo aprendió Miguel Ángel Pech Cen.
El fiscal Miguel Ángel Pech Cen tenía en claro los nombres de los carteles y su función en Quintana Roo, pero fue torpedeado desde adentro por su propio personal que se negó a golpear al crimen con tirahules y balas de goma.
Por inversión en seguridad el gobierno no ha parado, además de la Ciudad Militar, Rodolfo del Ángel Campos, llegó a tener de 700 a 2 mil elementos policiacos y patrullas y armas. Pero estaba solo ante la guerra, ante una mafia poderosa en los tribunales, cuyos pistoleros contaban hasta con 5 abogados al momento.
Cuando la fiscalía de Cancún fue invadida en Febrero de 2017, los abogados lograron sacar de la PGR a los 6 pistoleros detenidos. Solo los tres muertos que abatió la Policía estatal nada pudieron hacer por ellos la defensa legal.
En el ataque, los agentes ministeriales se escondieron en su mayoría, salvo dos de ellos que venían de otra ciudad y llegaron Justo en el ataque para disparar en la vanguardia y confundir a los crimínales que huyeron despavoridos.
Ahí Pech Cen entendió que estaba solo ante un flagelo monstruo. Lo demás fue mecánico. Y así llegó Oscar Montes de Oca, a seguirle en la burocracia con la espalda a cuestas de una nueva ley de justicia oral que favorece al criminal e impide el castigo merecido.
Alberto Capella, un activista metido a policía llegó con buenos deseos y trajo 50 mandos del Estado de Morelos donde él ha dicho que extinguió en un 95 por ciento al cartel de los rojos.
Se lo pregunté directo. Muchos reporteros y analistas se hacen en los pantalones y no le preguntan a Alberto Capella, pero murmuran en los grupos de WhatsApps y desde el anonimato de las redes sociales que el tijuanense trajo al grupo de los rojos.
Alberto Capella se ríe con la acusación que trajo a los rojos. Lo cierto es que fue una buena inversión del gobernador traer al ex director policiaco del Estado de Morelos. Ahora es un pararrayos del gobernador Carlos Joaquín.
En una sociedad xenófoba como la quintanarroense, sobre todo en el sur, Capella es Blanco de todo tipo de acusaciones. Un “blanco y barbudo” que vino a limpiar la Policía tiene ahora enemigos que desde dentro y fuera de la cárcel y de sus mismas filas lo denostan.
-Ninguna policía es querida en ninguna parte, pero no nos fijamos en las críticas, nuestra labor es combatir a los delincuentes, dice.
17 policías están en la cárcel por su rebelión. Las zonas rojas de Cancún son peleados esas plazas por los comandantes policiacos porque significa dinero rápido en la simbiosis con el crimen. Ya no tienen esa franquicia y hay una campaña negra contra Capella y contra Carlos Joaquín. Es el origen de la rebelión, según el analista.
Hasta ahora ningún periodista serio o medio serio tiene pruebas que Capella o Carlos Joaquín tiene nexos con algún grupo criminal. Solo la campaña negra de un borgismo que se niega a morir y acusan desde el anonimato.
-Ratas, son unas ratas, dice Carlos Joaquín cuando le enumero las acusaciones de los anónimos. Ninguna convincente.
Los que estamos en el medio enseguida nos llega información por diversas vías cuando un gobernador anda en malos pasos como ocurrió con Mario Villanueva y Roberto Borge, ambos en la cárcel.
Sería un suicidio para el gobernador, Carlos Joaquín, pactar con estos grupos crimínales ahora que, Andrés Manuel López Obrador, de otro grupo político, está en el poder. Además tiene a Mario Villanueva como espejo y a Roberto Borge como su acusador como representante del pueblo saqueado.
-Pacto con los criminales, jamás, ha dicho.
Los que han desfilado para querer ser fiscales la mayoría manifestaron su deseo de pactar con el narco. Lo más fácil. Lo tradicional. Otros ni idea para combatirlo.
-Tenemos una guerrilla urbana y hay que combatirlas como tal. Nuestros policías y Alberto Capella no saben ni tienen entrenamiento para eso, dice el experto.
Hay que entrenar a la Policía para combatir la guerrilla urbana.
Y sugiere realizar lo siguiente como ejemplos:
-Colocar retenes móviles con fuerzas mixtas, militares, federales y policías locales en las zonas rojas de Cancún, incluido los lugares donde tiran cuerpos.
-Esas fuerzas colocarlos en los circuitos de cierre de Cancún para obligar al crimen organizado a cambiar de ruta y desquiciarlos.
-Sitiar centros de muerte como Villas Otoch
-Detener vehículos donde vayan masculinos y quitar a los agentes ministeriales del combate al crimen organizado, pues ellos suelen dar el “pitazo”. No es su función prevenir sino investigar.
-Cuando se descubra muertos o existan en un enfrentamiento con la autoridad, entonces que vengan a trabajar los ministeriales, levantar los cuerpos y hacer todo el papeleo.
Sugiere al gobernador entre otras cosas crear un grupo de inteligencia y análisis alterno a la Policía estatal y fiscalía, porque no le informan correctamente.
-Un gobernador debe estar hecho para tomar decisiones, pero, ¿si no le informan correctamente ?
El experto analiza varias cosas pero prefiere que por estrategia solo lo sepan los altos mandos.
Una cosa es segura. En Cancún y Playa del Carmen hay una guerrilla urbana que se tiene que combatir.
Por Pedro Canché.