David Acosta

Capital política

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Por David Acosta

Raymundo King deja el PRI en su peor crisis

Tras hundir al Partido Revolucionario Institucional (PRI), finalmente Raymundo King de la Rosa deja la presidencia estatal. La lectura política es que lo hace de manera tardía, cuando el instituto político está casi pulverizado.

Su primer periodo como presidente estatal del PRI, en abril de 2011 hasta febrero de 2012, fue tan gris como el segundo de diciembre de 2014 a la fecha. En la primera etapa su trabajo sirvió para perder las elecciones federales y en la segunda, para perder la gubernatura y ayuntamientos.

El anuncio que él mismo hizo de su salida, era bola cantada y representa para el priismo, el rompimiento de las cadenas con los ex gobernadores, Félix González Canto y Roberto Borge Angulo. Sin embargo, no elimina la imagen de corrupción.

El problema ahora es quién tomará las riendas, pues algunos líderes priistas que en algún momento sonaron para sucederlo se han cambiado de bando como Eduardo Ovando y Efraín Taleno Canul, ambos en Morena. Mientras que el expresidente municipal de Othón P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui, está “extraviado” tras las denuncias en su contra y el diputado federal, José Luis “Chanito” Toledo, ya renunció al partido.

Sin embargo, aún queda el ex gobernador, Joaquín Hendricks Díaz, que en los últimos meses ha metido no solo las manos, sino los pies para sacar a King de la Rosa del PRI, que no solo perdió su imagen, sino también la mayoría de su estructura.

Pese a que aún permanecerá unas semanas en el cargo, King de la Rosa abandona la presidencia del PRI, no para hacerle un bien al tricolor, sino para darle el tiro de gracia con una candidatura a la senaduría.

Para variar no hay «nuevos» cuadros, hay cuadros de jóvenes con prácticas del viejo PRI, muy al estilo de los priistas que provocaron la caída del partido. Sus candidatos que participan en el proceso electoral concurrente 2017-2018, tienen casi pronosticado su destino y no porque haya candidatos fuertes en los otros partidos o coaliciones, sino porque su propia militancia ha caído en una “depresión política”, cuya única salida parece ser sumarse al enemigo.

Asimismo, hay quienes ya empiezan a negarse a dirigir el PRI, como el caso del regidor Martín Muñoz Tun, quien anunció su dimisión a la presidencia municipal del PRI en Othón P. Blanco.