Niño Verde

Filtran audio del «Niño Verde» con amenazas y comentarios misóginos contra Laura Fernández

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El día de ayer la reportera de Grupo Fórmula, Maru Rojas, dio a conocer a través de sus redes sociales un audio con amenazas y comentarios misóginos del ex presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González contra Laura Fernández, candidata a la gubernatura de la alianza «Va por Quintana Roo».

En el material titulado “Graves ofensas de quien mueve los hilos del PVEM, contra la candidata al Gobierno de Quintana Roo, Laura Fernández”, el llamado «Niño Verde» se burla y se dirige de manera despectiva y agresiva hacia la que una vez fue su compañera de partido y renunció a dicha institución política para aceptar la candidatura del PAN – PRD.

Las expresiones de Jorge Emilio podría acreditar probables delitos de violencia política de género en contra de González Martínez.

En el audio se puede escuchar como Jorge Emilio González lee un mensaje recibido en su celular a alguien más en el que la candidata le pide detenga sus amenazas: “Jorge buenas tardes, acuso de recibido tus amenazas hacia mi persona de que habrá golpes duros en mi contra. Debemos transitar sin agresiones y que no se violente mi imagen pública. Ante todo soy mujer y no lo voy a permitir”… a lo que el político realizó una serie de comentarios como “ratera, fea” y demás insultos.

El audio estaría basado en una plática de mensajería instantánea entre Jorge Emilio González Martínez y Laura Fernández en el marco de su dimisión al PVEM. Entre cada lectura se escuchan ofensas hacia la hoy abanderada del PAN, PRD y Confianza, en el que critica desde su estado físico hasta sus aptitudes.

Me siento perseguida política de mi propio partido y de mis compañeros cuando yo he dado mi mayor esfuerzo para mantenerlo vigente. Nunca me conduje sola, siempre tuve comunicación contigo pues tu dirías el camino a tomar, pero ante la falta de trato digno y acuerdos no cumplidos, no me siento a gusto. Todo lo que me están haciendo me orillan a replantear mi camino”, le dijo Laura Fernández a Jorge Emilio González, lo que provoco que este último la califica de “pendeja”, “ojeta”, “ratera” y “fea”. Incluso el interlocutor del niño verde advierte que Laura Fernández debería de ir a la cárcel.

En el mensaje, Fernández le dice a González: “si me agredes, la gente que me quiere y confía en mi, me defenderá. No estoy sola”.

Por lo anterior, el Colectivo 50+1 dio a conocer en sus redes sociales oficiales que condena enérgicamente la violencia política en razón de género ejercida por Jorge Emilio González contra la candidata al Gobierno de Quintana Roo, Laura Fernández. El colectivo lo califica como “inaceptable” y fomenta ambiente de odio a las mujeres que aspiran a un cargo de elección popular.

Asi mismo, exigió a las autoridades correspondientes inicien las indagatorias que conduzcan a las sanciones que procedan. “En un país donde la violencia en contra de las mujeres se incrementa día con día, este tipo de vejaciones son inaceptables, debido a que fomentan el ambiente de odio y linchamiento en contra de las mujeres que de manera legítima aspiran a un cargo de elección popular”.

Con información de Etcétera

Jorge Emilio González, el niño Verde, senador plurinominal de QRoo ha faltado 40 de las 44 sesiones en el Senado

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En el primer periodo ordinario de la LXIII Legislatura en la Cámara Baja –con la que empezó el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador– el Niño Verde Jorge Emilio González Mártinez, es el diputado que más ha faltado a las sesiones en este tiempo.
Este irresponsable diputado que llegó por las bondades de la democracia, es decir, gratis sin pagar boleto y sin hacer campaña ahora se da el lujo de cobrar sin trabajar, ya que no le fue hecho ningún de pese a faltar al 90 por ciento de las sesiones de la Cámara Baja.
Faltó a 40 de las 44 de las sesiones y de manera irresponsable cobro completos sus emolumentos salariales.

Aunque en Morena no cantan mal las rancheras, ya que
el 90 por ciento de los diputados faltó a votación al menos una vez y 10 legisladores se ausentaron en más de la mitad de las 44 votaciones efectuadas.
La lista de los más faltistas la encabezan Jorge Emilio González Martínez, el llamado “Niño Verde” del PVEM (40 de 44), y los morenistas Gabriela Cuevas Barrón (29) y Porfirio Muñoz Ledo (28), es decir, estos legisladores en particular le fallan a López Obrador y le fallan a México.
Pero Jorge Emilio González Mártinez es una persona irresponsable, cuando fue Senador también faltó en los seis años al 69 por ciento de las sesiones ordinarias, cobrando siempre sin trabajar.
Esté irresponsable legislador ha cobrado sin trabajar, pero no sé admieren del indio sino de los que lo hacen compadre, y eso pasa con quienes dirigen la mesa directiva, que no dieron a conocer la sanción administrativa a la que debe hacerse acreedor cualquier trabajador que incurre en faltas a sus labores.

Jorge Emilio González Mártinez, el Niño Verde llegó a la Cámara Baja en la lista de la tercera circunscripción del Partido Verde gracias a los candidatos que salieron a hacer campaña y a quienes les costó conseguir cada voto a favor del partido de los juniors.

Historias de familia: “El Niño Verde”

Por Abraham Gorostieta

Escribió el escritor y ensayista mexicano Carlos Monsiváis que los políticos mexicanos son como los centauros de la mitología griega. Sólo que con la diferencia que aquellos eran mitad hombre, mitad caballo y los nuestros son mitad políticos, mitad empresarios.

Las raíces familiares de Jorge Emilio González Martínez tienen mucho que ver en la vida del México contemporáneo, el México de Luis Echeverría y la corrupción de López Portillo. El México violento de Carlos Salinas y de ahí en más el México que tenemos en nuestros días.

Mejor conocido como “el niño verde” –a pesar de tener poco más de cuatro décadas de edad- Jorge Emilio González Martínez nació en cuna de oro. Su abuelo, el poderoso secretario de La Presidencia durante el sexenio de Díaz Ordaz, Emilio Martínez Manautou gozó de poder y dinero. La riqueza al amparo del poder. Llegó a ocupar puestos importantes en el sexenio de José López Portillo. Y quiso el estado de Tamaulipas para él, donde fue gobernador.

Un sexenio le bastó para ser el principal latifundista de ese estado. El economista Gustavo Gordillo, subsecretario de Agricultura en el sexenio de Carlos Salinas le confesó a Julio Scherer que Tamaulipas era territorio de priistas. Dueños de ranchos inmensos y grandes extensiones de hectáreas, de ganado de primera, eran los jerarcas del PRI: Martínez Manautou a la cabeza, seguido del propio secretario de Agricultura de aquel sexenio, Jorge de la Vega Domínguez, de Andrés Caso, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, de Manuel Cavazos Lerma. Fortunas de norteños, de priistas y de priistas norteños nacieron de la nada.

El escándalo estalló en la década de los ochenta. Una carta con instrucciones a sus asesores para el manejo de su fortuna fue la clave. Emilio hizo fortuna y de las grandes que movió a Suiza y a las islas del Caribe. Millonario de a de veras. Dólares, lingotes de oro, joyas, propiedades y obras de arte les heredó a su familia. No hubo escaño que se reservara para él: fue diputado, senador, secretario de La Presidencia y de Salubridad y Asistencia, gobernador de Tamaulipas y casi presidente de México.

Su rancho “El Mezquite”, ubicado cerca de Matamoros durante sus años de poder estuvo lleno de políticos que a su sombra amasaron sus propias fortunas. A la caída y el desprestigio, su rancho fue desierto. Murió acompañado de sus gatos, decenas de ellos, abandonado por su familia.

En la casa del boticario nunca faltara el dinero

Doña Leticia Martínez, hija de don Emilio heredo parte de la gran fortuna que hizo su padre. Su esposo, Jorge González Torres fungía como jefe de departamento de Tierras Comunales, un funcionario menor de la Secretaría de la Reforma Agraria. Su hermano, don Enrique, era el sacerdote de la familia quien fue flamante director de la Universidad Iberoamericana. Víctor, Javier y Jorge, se dedicarían al negocio de la familia: la cadena de farmacias El Fénix. Lucrando con la salud de los mexicanos y con los laboratorios farmacéuticos de la familia, Víctor se independizó y amasó una inconmensurable fortuna.

Al doctor Simi, le alcanzó para comprar incluso, la conciencia de una Premio Nobel de la Paz, doña Rigoberta Menchú, la nobel Maya. Actualmente, se calcula que el Dr. Simi controla la cuarta parte del mercado de farmacéuticos en México y su imperio comienza a expandirse hacia Centroamérica. En serio que ha hecho fortuna. Su hermano Javier, a menor escala, sigue sus pasos y ahora es conocido como el doctor Ahorro.

Jorge González Torres como funcionario de la Secretaria de la Reforma Agraria fue un parrandero, así lo describen reporteros que lo conocieron, enfundado en chamarras de piel, era un visitante asiduo a los cabaretes de moda en los ochenta. Quiso ser presidente del PRI en el Distrito Federal, no lo logró. En cambió encontró una mina de oro: fundó un nuevo partido y le puso por nombre: Verde Ecologista. De 1991 a 2001, Jorge González Torres hizo su fortuna a la par de su familia.

Nace la idea de “ser ecologistas”

Manejo el partido como un patrimonio familiar. No tenía idea de lo que era una composta, como quedo claro en una entrevista que le hizo La Jornada a mediados de 1998. No importaba, incluso, como cacique del partido, y cansado de la política, abdicó en favor de su vástago.
En 2001 Jorge Emilio González Martínez heredó no sólo la fortuna de su abuelo materno, no sólo la fortuna que amasó su padre, no sólo el partido que era negocio de la familia, heredó todo un estilo de hacer política y negocios.

Su elección no fue transparente sino a voto abierto: 39 delegados a favor, ninguno en contra. Los cuadros políticos del Verde no son ecologistas ni tienen nada que ver con ideología alguna a favor del medio ambiente, son, en su gran mayoría, juniors de empresarios, amigos de Jorge Emilio, o empleados de las empresas de la familia.
Al igual que su abuelo, Jorge Emilio ha recorrido todo puesto político pues ha sido asambleísta, diputado federal y senador hasta en tres ocasiones, todos los cargos sin recorrer el país, sin pedir el voto a la población. Dueño y señor del Verde, Jorge Emilio ha acrecentado el sello de la familia: la impunidad. En distintas ocasiones, la prensa mexicana y académicos como el doctor Aguayo Quezada, han documentado negociaciones de diputados de este partido que “venden” sus votos a particulares interesados en detener juicios políticos contra funcionarios corruptos, o licitaciones de propiedades o franquicias.

Todo es negocio. En el Verde, con su voto en las comisiones dictaminadoras impidió que se aclarara el mayor fraude financiero en la historia contemporánea de México, que se hizo a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro. No sólo eso, en las elecciones presidenciales de 2000, Jorge Emilio, reveló sin el menor pudor, como él negoció con el equipo de Fox: “Ellos nos buscaron para formar la Alianza, ellos, Fox, Bravo Mena, Aguilar Zínzer, Diego Fernández de Cevallos, con ellos hablé en la casa de mi abuelo, con encuestas de por medio y con base a ellas hicimos las negociaciones y nos repartimos las posiciones”. Pero el presidente Vicente Fox, no cumplió el acuerdo y el Niño Verde hizo un berrinche en pleno templete del parlamento y rompió relaciones con el PAN.

Poderoso caballero es don dinero

Dinastía es poder, poder es dinero, y Jorge Emilio lo sabe. En febrero de 2004 fue atrapado en un video donde le ofrecían un soborno por dos millones de dólares, a fin de que ayudará en la liberación de terrenos protegidos en Cancún para la construcción de una zona hotelera donde quedaba demostrado que afectaba flora y fauna si se destruían los manglares de la zona. El escándalo fue apagado a la semana por los videos donde aparecía René Bejarano.

Como negocio, el Verde ha sido redituable, su historia política está plagada de malversaciones de fondos, alteraciones de facturas, dispendios de fondos públicos para usos ilegales y particulares, violaciones a la Constitución y a las garantías individuales. Hasta ahora la impunidad y su fortuna al amparo del poder le han alcanzado para hacerse de la gubernatura de Chiapas y de las alcaldías de Benito Juárez (Cancún) y Puerto Morelos en Quintana Roo.

Durante más de dieciocho años, sin importar las pruebas periodísticas y testimoniales que se aglutinen, el Verde y Jorge Emilio, mantienen su poder amparado en la impunidad. Le apuestan a que la desmemoria mantenga su imagen impoluta