En noviembre de 2010, tres integrantes de la familia Arévalo Cortés –padre, madre e hijo– fueron asesinados por dos sujetos, quienes los ejecutaron con certeros disparos en la cabeza, en un rancho cercano a Mahahual. Pese a lo violento del hecho, un juez reclasificó el delito como un “homicidio simple”, por lo que las sentencias de los asesinos fueron reducidas a 10 y ocho años.
Los integrantes de esta conocida familia, propietarios de una taquería en Mahahual, de 69, 65 y 35 años de edad, recibieron balazos en la cabeza de un arma de 9 milímetros, al interior de un rancho en el kilómetro 15 de la carretera Cafeta-Mahahual. Los asesinos procedieron a vaciar la caja registradora y darse a la fuga; sin embargo, dos meses más tarde, fueron capturados en Puebla.
Rómulo Martínez Alejandro y Arturo Cortez Malpica confesaron su autoría en este triple asesinato, que justificaron como producto de una riña, pues trabajaban para la familia.
Ahora, casi ocho años después del crimen, la sentencia original de 37 años para cada asesino fue reducida a ocho y 10 años, al ser reclasificado por la tercera sala especializada en materia penal, de homicidio calificado a homicidio simple.
Así lo denunció, Adolfo Arévalo, hijo y hermano de las víctimas, quien consideró como “irrisoria” la reclasificación de homicidio calificado a homicidio simple.
“Son tres muertos, todos con violencia, con arma de fuego”, aseveró. “Este crimen nos ha causado daño a todos nosotros, a la ciudadanía en general, por la violencia del mismo”.
Por su parte, el abogado Juan Carlos Pech, indicó que ya interpuso un recurso de amparo, pues nunca se les notificó de esta determinación, lo que impidió que pudieran combatirla en tiempo y forma.
