Sufren “pesadilla” habitantes de Veredas del Puerto

Ciudadanos denuncian las diversos problemas que han padecido luego de adquirir viviendas en el fraccionamiento Veredas del Puerto, en Puerto Morelos, el cual fue construido por la desarrolladora Civitas, la cual les ofreció un sitio exclusivo con alberca y cancha de tenis, áreas verdes, y cuyo precio era de entre 30 y 60 mil dólares, pero que les entregó casas construidas con pésimos materiales y que presentan distintas fallas y cuyas áreas comunes ni siquiera se terminaron. “Nosotros compramos una casa aquí en Veredas del Puerto; como se puede ver en la maqueta nos ofrecieron áreas verdes, cancha de tenis,

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Ciudadanos denuncian las diversos problemas que han padecido luego de adquirir viviendas en el fraccionamiento Veredas del Puerto, en Puerto Morelos, el cual fue construido por la desarrolladora Civitas, la cual les ofreció un sitio exclusivo con alberca y cancha de tenis, áreas verdes, y cuyo precio era de entre 30 y 60 mil dólares, pero que les entregó casas construidas con pésimos materiales y que presentan distintas fallas y cuyas áreas comunes ni siquiera se terminaron.

“Nosotros compramos una casa aquí en Veredas del Puerto; como se puede ver en la maqueta nos ofrecieron áreas verdes, cancha de tenis, obviamente la alberca, el área común para fiestas, reuniones, etcétera; en el tema de las áreas comunes la empresa no ha hecho las donaciones; en el tema de las áreas verdes, no hay tales; sobre las garantías, no se hacen responsables de las mismas”, explicó Román García, un ciudadano afectado.
Por si esto fuera poco, las vialidades que ya existen y que fueron autorizadas por el municipio están hechas sobre propiedad privada.
Veredas del Puerto es un fraccionamiento de la Desarrolladora Civitas, y cuenta con 94 casas. De acuerdo al entrevistado, cada una de las familias que en ellas habitan han tenido problemas.

MATERIALES DE PÉSIMA CALIDAD
“Hemos tenido problemas para instalar el aire acondicionado, tuberías tapadas, problemas de humedad y de filtración con las lluvias”, lamentó.
A ello hay que agregar que tienen poco más de un año las casas y ya presentan notables problemas, los cuales se dieron desde la entrega, pues el denunciante asegura que le debieron dar su casa en noviembre del 2017, pero se la entregaron hasta cuatro meses después. Y de ahí debió esperar dos meses más para resolver un problema de humedad.
“Y luego me dieron la casa y tuve otro problema de filtración. Porque no tenía agua caliente, entonces metí mayor presión, pero al hacerlo se reventó la tubería, era de muy mala calidad, y entonces me dice la empresa que ellos no se pueden hacer responsables, pero si no meto presión, no tengo agua caliente en los baños de arriba, solo abajo”, detalló.

El problema con la empresa es que siempre mandan a una persona a que responda por estos problemas, pero no duran en su puesto, y luego de ciertas semanas llega alguien a sustituir. Debido a ello no hay continuidad en los trabajos. Además, indicó, cada vez que llega alguien nuevo trae un nuevo reglamento y se quiere hacer responsable de menos fallas.
Además, la oficina de Cancún ya la cerraron. Únicamente permanecen en un sitio en planta alta en la avenida Nichupté, pero el guardia no le permite el ingreso a nadie.

CAMBIAN DE NOMBRE
Otro ciudadano afectado, relató que, tal como suelen hacer muchas desarrolladoras y empresas, cambian la razón social, para hacerse pasar como otra constructora.
“Como ya los demandamos ya no usan el nombre de Civitas, y ahora usan el nombre de Quinta Maretta, que es su próximo condominio. Algo muy fuerte es que todo está escriturado a su nombre, que entregaron en perfectas condiciones la alberca, las áreas verdes, la cancha de tenis, que ahora es una pequeña cancha de basquet, se han quedado con todo y en Catastro averiguamos que se quedaron con la propiedad de todo, de la cancha hasta la entrada”, afirmó un extranjero que vino no solo a vivir, sino que trabaja con funciones apoyando a sectores vulnerables.
Es decir, siguen ostentándose como dueños de terrenos que debieron ser donados al Ayuntamiento y otros que serían propiedad de los habitantes.

En su caso, padece porque tiene un techo sin impermeabilización, y cada vez que se hace un hoyo, lo pintan y no hacen más. Nadie le atiende en posventa. Y al igual que su vecino, enumera los detalles que viven quienes habitan en estas casas.
Complementa diciendo que la empresa que es dueña de los terrenos donde hicieron las calles las está cerrando, y aunque eso les afecta, entiende que están en su derecho. Y dicha empresa, al igual que ellos, también ya demandó a Civitas.

Dice que su lucha es también para que más gente no caiga como ellos y no les pase lo mismo; señala que no quiere ser dramático, pero que le duele la situación, y que, aunque ama a México, sin ser mexicano, le da rabia lo que hacen empresas como ésta.
Hay gente cuyos ahorros y pensiones se invirtieron en esto, o quienes pidieron prestado para invertir y que ahora compraron una propiedad que solo se devalúa. Él dice que quiere vender e irse. Lamenta que estas situaciones generan incertidumbre, pues la gente ya no querrá invertir por temor a ser estafada.

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