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CREN Bacalar no impidió titulación de alumno, éste no cumplió

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Por Guillermo Miranda
Bacalar.- Noticias Chetumal publicó hace unos días la demanda social de un alumno del Centro Regional de Educación Normal de Bacalar (CREN), a quien presuntamente se le ha negado el derecho de titulación, aun cuando cumplió con los 8 semestres de la carrera con promedio de 7.1 general y el pago de los derechos por más de 5 mil pesos.
Independientemente de si el joven Juan Antonio Martínez Rosas tiene la razón o no en su reclamo, o la propia institución educativa, lo que es un hecho es que algo está sucediendo y no el 100 por ciento de egresados están al frente de sus grupos como maestros idóneos con plaza federal en el Servicio Profesional Docente.

La profesora Mariana Sánchez Buitrón directamente acusada por el joven Juan Antonio Martínez Rosas, acudió ante este reportero para precisar que ella nunca impidió la titulación, por lo contrario alentó el proceso y recomendó que terminara el “documento recepcional” (una especie de tesis y/o tesina) ya que el trabajo entregado no reunía los requisitos para la acreditación de un maestro de Educación Especial con grado de Licenciatura.
“Yo sé por qué lo hizo, para que todo mundo pensara lo que tú (reportero), yo le hice la observación de que no pagara pues nunca terminó su documento recepcional, requisito fundamental para acceder a la titulación”, afirmó la maestra Mariana Sánchez Buitrón.

Aun cuando el joven Juan Antonio Martínez Rosas tachó de actos de discriminación por su baja condición económica y problema de lenguaje a los directivos y maestros de esta escuela formadora de docentes, la profesora Mariana Sánchez Buitrón precisó que sería la última persona en discriminar, ya que precisamente se preparó como especialista en Educación Especial para tratar a todos por igual, en equidad.
“Todo lo que dice es mentira y yo sería la última persona que discriminaría a alguien por una condición física que yo nunca noté, yo si soy maestra de educación especial por vocación y estoy en contra de todo tipo de discriminación yo soy la primera que estoy a favor de la inclusión”, dijo.
Hasta este momento, salvo las solicitudes en Facebook de bajar la información, por estar aparentemente carente de verdad, ningún directivo de esta escuela normal ha explicado el motivo de su decadencia, es decir, que en los últimos 10 años, se han dejado de producir maestros capaces de sustentar una evaluación de ingreso al Servicio Profesional Docente y mantenerse, de acuerdo a cifras oficiales.

Aun así 1 de cada 10 egresados logró pasar en el primer intento el examen de admisión o postulación a una plaza en el Servicio Profesional Docente, es decir, que en los últimos tres años, hay un rezago del 50% de los egresados del CREN de Bacalar que no han podido obtener la oportunidad de dar clases en una escuela pública federal, ya que no han salido aptos en el examen de oposición.

Asimismo trascendió que de los últimos 80 egresados del CREN, es decir, nuevos maestros para dar clases en educación primaria que han egresado desde el 2014 a la fecha, solamente 50 están ejerciendo la docencia con plazas federales, ya que el resto no han podido sostener su plaza y fueron mandados a estudiar nuevamente y prepararse para poder estar al frente de la enseñanza en el proceso educativo.
El ciclo anterior 2017-2018 la propia tutora de un grupo de docentes practicantes sugirió a los maestros y directivos de la primaria “Andrés Quintana Roo” de Chetumal “sugerir” que no reunían los requisitos, 4 de cinco jóvenes y que probablemente no se recibirían de docentes.

Ante ello los maestros de la primaria Andrés Quintana Roo decidieron apoyar a estos jóvenes en el arte de enseñar y ayudar en su formación y actualización en los nuevos planes y programas, de tal suerte, que estos hoy docentes terminaron entre los primeros 16 de los que sustentaron el examen de ingreso y lograron su plaza como docentes, lo que los tiene ahora dando clases.
El caso de Juan Antonio es sólo uno de tantos, que justo o injusto no termina con el verdadero problema: el desinterés por ser maestro en la juventud de hoy y más aún con estudiar en el CREN de Bacalar que hasta 1986 producía más de 200 maestros en cada generación que iban con la frente en alto a cualquier parte del país, por la Niñez y la Patria.
En el reportaje de la historia de Juan Antonio, la autoridad educativa tendrá que investigar y dar una respuesta por escrito al quejoso sobre su proceso de titulación, tal vez se le obligue a realizar un nuevo documento recepcional o le devolverán el dinero pagado por este derecho, pero deberá tener respuesta.

En este reportaje también corresponderá a la autoridad educativa determinar si realiza una investigación a fondo sobre lo que ocurre en esta escuela normal formadora de futuros maestros, si están produciendo calidad, si están contribuyendo a que los miles de niños y adolescentes reciban una educación que transforme su vida en bienestar y progreso.
Nadie ha desmentido si los profesores en esta escuela tienen la siguiente calidad y preparación para formar a nuevos docentes que el país requiere. Nadie ha señalado si es mentira la herencia de plazas o en su defecto cubren licencias temporales como la del alcalde de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, quien tiene horas de enseñanza en esta institución y no ejerce.
Consultado este joven por las manifestaciones en su contra tras la publicación de el primer reportaje señala que la mayoría de las personas que opinaron tienen una relación de parentesco con personal docente de la Normal y solo una perteneció al grupo de egresados del ciclo escolar 2017-2018, en la Licenciatura en Educación Especial.
Precisó que ha cumplido con todos los requisitos para titularse y reiteró su postura de ir hasta las últimas consecuencias para que le permitan obtener su título profesional y pueda trabajar en la docencia.

Al respecto la profesora Mariana Sánchez Buitrón precisó que todo el expediente y documentos, así como el dictamen de lo que no cumplió Juan Antonio para titularse, está en la Normal de Bacalar en el área académica, dispuesto a revisión por cualquier autoridad, ya que no se obra de mala fé, sino hay todo un sustento en este caso en particular.

Juan Antonio sigue en su postura e hipótesis que noble permiten titularse debido a que el alcalde Alexander Zetina Aguiluz quiere apropiarse del terreno donde vive en la avenida 7 con calle 0, presionando a los maestros de la Normal para estos fin de.

CREN Bacalar impide titulación de alumnos

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Por Guillermo Miranda
Bacalar.- Aún cuando ya terminó académicamente su preparación como licenciado en educación especial y cubrió los requisitos previstos en la ley, el Centro Regional de Educación Normal de Bacalar (CREN), le ha negado el proceso de titulación.

Los caprichos personales, las venganzas familiares, las presiones por terrenos y hasta el enamorarse de alumnos hoy tienen a varios pasantes de maestros sin la posibilidad de ejercer su carrera, sin la posibilidad de servir a la «Niñez y la Patria», como reza el lema de este centro de enseñanza normal, formadora de maestros.
El descrédito es total de esta escuela normal que a punto de celebrar sus 50 años, por su mediocridad puede ser cerrada por falta de alumnos que quieran ingresar a las filas del magisterio y participar en el nuevo proceso educativo que se avecina para el país.
Juan Antonio Martínez Rosas, joven de condición económica humilde, ingresó al CREN de Bacalar Javier Rojo Gómez en el 2013, previo a ello tuvo que estudiar su bachiller o preparatoria en el Bachillerato General Justo Sierra Méndez, y la secundaria en el Instituto para la Educación de los Adultos, ya que desde los 13 años ha tenido que trabajar y juntar dinero para su carrera profesional.

Joven futbolista, militó en varios equipos del balompié tanto de Bacalar como de Chetumal, incluso que lo llevó a ser seleccionado estatal.
Entregado a sus estudios sustentó el examen de ingreso por la Licenciatura en Educación Bilingüe, sin embargo por la vocación y hasta por la conveniencia propia de la escuela (llenar cupo) fue ubicado en la Licenciatura en Educación Especial, donde culminó sus estudios durante ocho semestres, que le daba la posibilidad de ejercer la docencia y así poder ayudar a su familia a salir adelante en estos tiempos de crisis económica.

Termina su carrera con un promedio global de 7.1 y enfrentando diversos traumas, fobias y actos de discriminación de quienes hoy se dicen profesores en esta escuela y que en su mayoría «heredaron plazas» o en su defecto cubren licencias temporales como la del alcalde de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, quien tiene horas de enseñanza en esta institución y no ejerce.
Esta escuela normal superior carece de verdaderos formadores de docentes, solo quedando algunos de la famosa vieja guardia que durante 38 años sacó a más de 35 generaciones de docentes, los cuales egresan y se iban a cualquier parte del país para servir a la «Niñez y la Patria».

Este joven hoy sufre la discriminación de una escuela normal que debe practicar y enseñar lo contrario, sufre la estafa maestra, ya que durante los ocho semestres pagó puntualmente sus inscripciones y reinscripciones, libros, fotocopias, viajes de prácticas, servicio social y demás trámites, para cumplir cabalmente con los planes y programas de la licenciatura en Educación Especial.
Con una amplia recomendación de quienes fueron sus mentores en la primaria Álvaro Obregón de Chetumal, donde sustentó sus prácticas profesionales docentes y el Servicio Social, por la calidad de este joven para enseñar, el trato amable para con los niños y sobre todo su capacidad de innovación en el arte de enseñar, hoy ve frsutrados sus sueños de ser maestro cuando sistemáticamente le es negado el derecho de titularse y así poder ejercer la docencia.

«Tuve muchas dificultades que superé a lo largo de estos ocho semestres, en donde las calificaciones y el trabajar fueron mi aliento para salir adelante. Hoy me niegan la titulación y hasta me dicen que por mi condición no puedo ser maestro ni estar delante de un grupo de niños», precisa.
Sin embargo, en la entrevista a Noticias Chetumal, el rostro de Juan Antonio se endurece, la rabia e impotencia tratan de encontrarlo una explicación lógica del porqué le niegan la titulación, con su expediente en mano recorre los pasillos del H. Congreso del Estado esperando que alguien lo apoye, que alguien intervenga y le ordene a la Normal de Bacalar acceda al proceso de titulación.
Con su lenguaje y acento Maya, el joven pasante de maestro, tiene su documento recepcional listo, es decir, su equivalente a la tesis que da derecho a sustentar el examen de titulación, pero que la asesora o tutora profesora Mariana Sánchez Butrón le niega sistemática, poniendo diversos pretextos, entre ellos que tiene un «defecto» su dentadura no es la adecuada para un docente y por ello su lenguaje no es lo bastante fluido que requiere un maestro frente a grupo.
En el desarrollo de la entrevista, se le entiende claramente cada explicación que da y cada respuesta a los cuestionamientos del entrevistador. No hay problema de comunicación, su lenguaje es fluido, aunque su voz se quiebra de la impotencia que siente al ver que cuatro años de su vida se van prácticamente por el retrete.

En la búsqueda de explicaciones a la negativa de los maestros del CREN de Bacalar que le han negado la titulación, Juan Antonio hizo una investigación y descubrió que todo obedece o puede obedecer a la negativa de su familia a vender el predio que actualmente ocupan de más de mil 800 metros cuadrados ubicado en una esquina de la avenida 7 con calle 0, un lugar envidiable para cualquier negocio y que es de la ambición del actual alcalde municipal Alexander Zetina Aguiluz.
Refiere que todo iba bien en la escuela normal, hasta que en 2015 empezaron a recibir ofertas por el terreno y como su señora madre no quiso vender, empezaron las presiones y amenazas, incluso en el trabajo de la señora ahí en el Fuerte de Bacalar.
Juan Antonio no ha sido recibido por el director del CREN de Bacalar, Ángel Damián Sabido Ojeda, quién hereda plaza de su padre biológico Carlos Caballero (gran maestro de matemáticas ya jubilado) y de su señora madre Delta Sabidos Ojeda, ambos ex trabajadores de esta escuela. El pretexto para no ser recibido es sencillo, aduce Juan Antonio, no hay explicación documental para negarle la titulación, ya que pagó los más de 5 mil 670 pesos del derecho de titulación y cuyo recibo exhibe ante el entrevistador.

En búsqueda de respuestas Juan Antonio solicitó la intervención del Congreso del Estado y de la Comisión de Derechos Humanos por la negativa del CREN de Bacalar para que logré su titulación y empezar a ejercer la docencia que es para lo cual se preparó durante ocho semestres.
Solo pide justicia, ser escuchado y nunca más discriminado por una escuela normal -fornadora de docentes- que debe hacer todo lo contrario a lo que hoy sufre este joven, que no quiere ser un paria ni un nini, sino servir a la Niñez y la Patria.