Un grupo de ciudadanos propone el uso de silbatos -sobre todo por parte de mujeres y niños- como una manera de alertar cuando alguien esté en peligro y así contrarrestar a la delincuencia. Ya comenzaron a visitar escuelas y colonia, donde han repartido silbatos y hablado a la gente sobre su uso.
“Somos una asociación civil Fundación por la Vida y estamos tratando el tema de prevención, de organización a la sociedad a través de un silbato: Silba por la vida es nuestra iniciativa”, detalló en entrevista Maricela Arriaga, la coordinadora de la iniciativa.
La idea surgió por la necesidad que tiene la ciudad, debido a la inseguridad reinante, y porque se pensó para que lo porten los niños, previa asesoría.
“Esto es una responsabilidad, no un juego; ya se vio que el sistema surte un efecto”, expresó.
Ya han comenzado a trabajar en colegios, así como en algunas colonias y fraccionamientos.
“Este es un tema de comunicación, que alguien sepa que el silbato es una llamada de atención y urgencia”, indica Silas García, también de la fundación.
Puede ser usado cuando hay casos de acoso a un niño o una mujer, por ejemplo.
“O alguien que te quiera hacer bullying, agredir o asaltar; o alguien que te quiera perseguir”, complementó.
SER RESPONSABLES CON EL USO
Pero pide que sean cautos al usarlo y no pase como en el 911, donde el 80 por ciento de las llamadas son falsas.
“Son gastos y pérdida de tiempo”, lamentó.
Respecto al uso del silbato, dice que ya se hacía en Londres desde el siglo XIX y se ha empleado en otros momentos. El caso más reciente fue en la Ciudad de México el año pasado durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, iniciativa que fue sumamente criticada en su momento, porque las mujeres, a quienes iba dirigida la propuesta, decían que esto no era una solución a sus problemas.
Cabe destacar que, a diferencia de la iniciativa del gobierno de la Ciudad de México, donde estos silbatos eran pagados con dinero público, este proyecto cancunense es meramente ciudadano.
Concluye diciendo que se han reunido con la presidenta municipal, con el secretario de Seguridad Pública municipal y buscando la manera de colaborar en la prevención. Hasta el momento han repartido mil silbatos, pero ya se les acabaron las piezas. Esperan colaboraciones y donaciones para continuar con su labor, pues ya les han invitado a Villas Otoch y Prado Norte, donde la gente quiere sus silbatos.