Ciudad de México, 19 de Agosto de 2018.
Amigas, amigos
Ha quedado para la historia el proceso que emprendimos en los últimos tiempos enarbolando la bandera de MORENA, que condujo al triunfo político electoral del 1º de julio de 2018.
Esta gesta no se explicaría sin lo andado y sufrido por nuestros antepasados.
No olvidar jamás a los precursores de lo que hoy celebramos. Nosotros sembramos, pero también estamos cosechando el fruto de las ideas, el trabajo y la fatiga de la gente y de líderes de generaciones anteriores.
Recordé algunos nombres en el cierre de campaña, vuelvo a mencionarlos porque omití a varios y debe de irse mejorando la lista de los iniciadores ya fallecidos o presentes: Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Rubén Jaramillo, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez, Othón Salazar, Alejandro Gascón Mercado, Heberto Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas, Salvador Nava, Manuel Clouthier, Arnoldo Martínez Verduzco, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Rosario Ibarra de Piedra, Alberto Pérez Mendoza, Rodolfo González Guevara, Horacio Labastida y Adelita Salazar. También recordamos con cariño a intelectuales y periodistas como José María Pérez Gay, Arnaldo Córdova, Luis Javier Garrido, Hugo Gutiérrez Vega, Julio Scherer García, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Jaime Avilés, Elenita Poniatowska, Fernando Del Paso, Carlos Payán, Paco Ignacio Taibo II, Rafael Barajas, Pedro Miguel, Carlos Pellicer López, Bolívar Echeverría, Enrique González Pedrero, Víctor Flores Olea, Miguel Ángel Granados Chapa, Enrique Semo, Rodolfo Stavenhagen, Guillermo Bonfil Batalla y otros que habría que agregar.
Aquí vuelvo a destacar, como fundamental, la lucha de los jóvenes del 68 y de muchos movimientos sociales y políticos, integrados por campesinos, obreros, estudiantes, maestros, médicos, ferrocarrileros, defensores de derechos humanos y de otras causas, de todas las regiones, culturas y clases sociales del país.
También subrayo que ese legado de convicciones y enseñanzas, fue recogido y utilizado con rectitud, abnegación y eficacia, por los militantes y dirigentes de nuestro movimiento.
En vez del divisionismo, la deshonestidad, el egoísmo, la incongruencia o el sectarismo, se supo poner por delante el ideal, los principios, la imaginación, la humildad, el trabajo a ras de tierra y la perseverancia.
Ha sido ejemplar el comportamiento de militantes y dirigentes de MORENA en pueblos, barrios, colonias, unidades habitacionales, estados, y de aquellos que actúan y ayudaron desde la academia, las redes sociales, el periodismo, y que forman parte de diversos sectores, clases, preferencias sexuales, religiones y de las distintas corrientes del pensamiento. Solo así se podía conseguir la victoria electoral: tejiendo la unidad en la pluralidad.
El triunfo logrado parece todavía un sueño, pero obviamente es una realidad. El escepticismo no es una fantasía, tiene que ver con el hecho de que luego de una cauda de fraudes electorales y de autoritarismo, se arraigó el criterio de que solo se podía transformar por la vía armada, que no había otro camino. Además, esta versión se afianzó más con la propaganda de los hombres del régimen que sostenían aquello de que a tiros llegamos y solo a tiros nos iremos.
Pero debemos reconocer también que había en toda esta percepción un menosprecio a la sabiduría del pueblo y a la fuerza que se obtiene de la participación consciente y organizada de los ciudadanos.
Por eso el triunfo ha sido sorprendente y aleccionador. Todos recibimos de nuestros semejantes una gran lección de democracia política. Se impuso el ideal básico pero certero, el sentido común, el juicio práctico y de manera sencilla se demostró la madurez cívica de nuestro pueblo.
Fue tan contundente lo sucedido, que ha trascendido nuestra frontera y, en otras partes del mundo, México vive un tiempo estelar de admiración y respeto.
Sin embargo, estamos conscientes que esto apenas comienza o como se dice en el béisbol “esto no se acaba hasta que se acaba”.
Desde la campaña dijimos que el proceso de lucha tenía dos etapas. Ya logramos lo primero, pero nos falta lo más importante: demostrar que se puede gobernar con el pueblo, con respeto a las libertades y, en paralelo, garantizar a todos, el derecho a vivir con bienestar y a ser felices.
Ha llegado el momento de iniciar la cuarta transformación de la vida pública de México. Ni en el sueño olvidemos que esta será una transformación pacífica, pero profunda; una transformación ordenada, pero radical, porque arrancaremos de raíz al régimen de corrupción y privilegios.
Estamos preparados y dispuestos a ejecutar el mandato que nos dieron los ciudadanos el 1º de julio para llevar a cabo un cambio verdadero. Y cambiar, es, literalmente, “dejar una cosa o situación para tomar otra”. No es más de lo mismo, no es simulación o gatopardismo. Transformar no es ejecutar o “dar el violín”, instrumento que se toma con la izquierda y se toca con la derecha.
No y no, lo nuestro es auténtico y será distinto. No vamos a decepcionar a nadie, como ha sucedido con movimientos que han creado expectativas y se han desvanecido, ni vamos a actuar como dirigentes, que al llegar al poder se traicionan así mismos y a sus seguidores.
Recuérdese que en nuestro país, en el 2000, se apostó a la alternancia y todo terminó en una farsa dañina, porque en vez de cambiar al régimen se le restauró con la simulación que significó el prian, para causar mayores estragos durante los últimos tres sexenios.
De modo que ahora si el cambio va a fondo. El gobierno surgido del Movimiento de Regeneración Nacional, dedicará toda su atención en establecer un auténtico Estado democrático de derecho; en acabar con la corrupción y la impunidad; en combatir la desigualdad y la pobreza y en fortalecer valores culturales, morales y espirituales.
No hemos desperdiciado el tiempo y no vamos a perder el impulso que obtuvimos el primero de julio. Ya se están integrando los equipos de trabajo, ya se han definido las nuevas reglas y ya estamos elaborando los proyectos prioritarios para iniciar la acción transformadora desde que tomemos posesión de la Presidencia de la República.
Reitero algunos compromisos que cumpliremos: se aumentará al doble la pensión a los adultos mayores y será un derecho elevado a rango de ley y de carácter universal; un millón de discapacitados pobres, sobre todo, las niñas y los niños, recibirán también un apoyo mensual; la atención médica y los medicamentos serán gratuitos; se cancelará la mal llamada reforma educativa; se crearán 100 nuevas universidades públicas, se entregarán becas escolares en el nivel básico, medio y superior a un total de 10 millones 300 mil alumnos, como nunca ha sucedido en el país.
Se dará trabajo como aprendices con un sueldo mensual de 3 mil 600 pesos a 2 millones 300 mil jóvenes desempleados; se sembrarán un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables para crear 400 mil empleos permanentes; se apoyará a productores del campo con precios de garantía y fertilizantes baratos; se entregarán créditos a la palabra para la ganadería, la pequeña y mediana empresa; se ofrecerá una canasta básica de alimentos para combatir el hambre; se atenderá a los damnificados por los sismos; se realizarán acciones de desarrollo urbano en colonias marginadas de las ciudades del país.
Se crearán 128 centros coordinadores para el desarrollo y la atención de los pueblos indígenas; se construirán 300 caminos de concreto, con el uso intensivo de mano de obra, en Oaxaca, Guerrero y otros estados; se comunicará a todo el país con Internet.
Se creará la zona franca o libre en la frontera norte; habrá un amplio programa cultural, se fomentará el deporte, se apoyará a la ciencia y a la tecnología; se cuidará el medio ambiente; se apoyará a las comunidades mineras; se construirá el tren maya; se promoverá el desarrollo del Istmo de Tehuantepec; produciremos con urgencia petróleo y gas para enfrentar la crisis energética; se modernizarán las refinerías; se construirá la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco; se rescatará la industria eléctrica; no habrá gasolinazos ni aumentarán impuestos en términos reales.
Ya iniciamos el proceso de consulta para construir el aeropuerto donde lo decida el pueblo y mejor convenga al interés nacional.
Se creará la secretaría de Seguridad Pública; se contará, desde antes del 1º de diciembre, con el Fiscal General, el Fiscal Anticorrupción y el Fiscal Electoral, al mismo tiempo que se elaboran las iniciativas de ley para hacer una política de Estado de la austeridad republicana; convertir en delito grave, sin derecho a fianza, el robo del presupuesto, de los energéticos, la emisión de facturas falsas y el fraude electoral.
Asimismo, se trabaja en una reforma constitucional para abolir los fueros constitucionales de los altos funcionarios públicos y acabar con la impunidad.
Amigas, amigos:
Como ustedes comprenden se necesitará del apoyo de todas y de todos los mexicanos. Como lo dijimos en la campaña, juntos haremos historia.
Por eso me sumo a la propuesta de suspensión de los procesos internos de elección de dirigentes en el partido, para dar prioridad al inicio de la cuarta transformación del país.
Agradezco que diputados y senadores electos hayan aceptado acompañarnos en el gobierno. Lo mismo a brigadistas, enlaces, defensores del voto, que ahora están decididos a continuar trabajando por la misma causa de la justicia y la democracia.
Agradezco a quienes, siendo diputados o senadores, trabajaron desde mucho antes de la campaña en estados y distritos sin descuidar su labor legislativa. Es ejemplar lo que hicieron los actuales diputados federales, que no traicionaron al movimiento y no aprobaron el gasolinazo. Ojalá y esto sirva de lección a los diputados y senadores entrantes para no escuchar el canto de las sirenas y no olvidar que el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.
Celebro la propuesta de crear en el partido una escuela de formación política, así como la decisión de renunciar al 50 por ciento del presupuesto que por ley le corresponde a MORENA en el 2019. Gracias, muchas gracias a todos los integrantes de nuestra agrupación política por actuar de manera consecuente.
Mi agradecimiento a Yeidckol Polenvsky, Presidenta Nacional de MORENA por su apoyo y lealtad a la causa.
Amigas y amigos:
Hace seis años, en momentos de desolación, luego de las elecciones del 2012, escribí un libro que titulé No decir adiós a la esperanza, y transcribí un fragmento de un poema de Carlos Pellicer dedicado a Bolívar, a quien enfermo y en medio de malos acontecimientos, un amigo que le amaba, le preguntó: “Y, ahora, ¿qué va usté a hacer? ¡Triunfar!”. Así respondió con loca fe el libertador.
En esos mismos tiempos de adversidad sostuve que la fórmula era luchar, resistir, no claudicar, avanzar, caer y levantarse, recomenzar y así, hasta la victoria final, pero ¿qué creen?, todavía no hay victoria final. La habrá cuando no haya pobreza, ni corrupción ni violencia, y cuando se logre la reconciliación nacional y se recobre por entero la gloria y la grandeza de México.
Los invito al Zócalo, el 1º de diciembre, para iniciar juntos la construcción de una patria nueva.
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Azcapotzalco, Ciudad de México 18 de agosto de 2018.