(A todos mis queridos lectores mi regalo de 2021 es este cuento, espero lo disfruten)
Por Pedro Canché
Nervioso Marte llegó al trono de Júpiter, el padre de la luna.
-Señor, vengo a hacerle una petición universal-tartamudeó- que me conceda la mano de la luna, su hija más pequeña, y la tenga en mi órbita, para que me llene de luz y felicidad. Para que alumbre tenue mi corazón en las ausencias del Sol y tenga sus besos cálidos todas las noches oscuras.
-Es muy tarde, Marte, muy tarde. Ya su mano he concedido a la tierra, donde tendrá mejor futuro que contigo. Tu tienes un Páramo desolado en cambio la tierra rebosa de un mar azul y un verdor como el pedernal de mi daga.
-Señor… pero he trabajado para ti, me he quemado el cuerpo ante el sol para equilibrar la vía láctea. La desolación de mis Valles y Montañas, el rojo árido de mis desiertos, alguna vez fue verde como la tierra. Tenía cascadas. Se secaron por serte fiel y obediente para acercarme al Sol para equilibrar todos los cuerpos siderales, yo esperaba me otorgaras a la luna, mi amada, mi amor. Nos queremos y ella está triste cómo te consta.
-Está decido Marte. No hay vuelta atrás. La luna estará en la tierra 🌎 porque necesita su vitalidad, el latir del corazón de los seres que la albergan. El agua para reflejarse y vivir de sus mareas. De lo contrario mi amada hija la luna colapsará. Y tú no puedes darle esos latidos porque no las tienes en tu yermo desolado.
-Pero señor, la amo…
-Es mi última palabra. Sal de mis aposentos. Tienes un poco de agua, quizás en unos millones de años lo multipliques y te pueda otorgar la mano de Unaly, mi nieta.
Marte triste caminó y encontró a la luna vestida de seda y perlas lista para encontrar su lugar en la vía láctea, en la tierra. Esos ojos hermosos y esas pestañas que cuando se cierran atrapan el corazón de Marte estaban tristes.
-Amor, si voy contigo, nuestra familia láctea colapsará. Soy la última fuerza gravitacional para equilibrarnos, le dijo la luna con tristeza profunda, esa tristeza que te saca gemidos del pecho.
-Puede ser que se pierdan algunos planetas. A Venus no lo necesitamos. La tierra que se sacrifique también, argumentó Marte desesperado.
-La tierra es la obra maestra de la eternidad, debemos cuidarlos aún a costa de nuestro amor.
-Voy a hablar con el señor Sol, para que en mi rotación no lo castigue con su fulgor y la poca agua que me quede se multiplique y pueda ser brillante como la tierra y tú, tú conmigo amada luna. Prometo verte pronto.
Marte sollozando perdió la cordura y se acercó al Sol evaporando la última reserva de agua 💦 que podría haber hecho reverdecer su tierra roja.
-No debiste acercarte demasiado- rugió el Sol en el universo, haciendo temblar a la Osa Mayor- Detente ahí o colapsarás. Y colapsáremos todos en esa Vía Láctea, nuestro lugar en el Universo.
Asustado y ya recobrado la postura Marte se disculpó y se dio cuenta que perdió toda esperanza de estar con la luna algún día.
-Ustedes podrán darse un beso en algunas ocasiones especiales, deja acomodo un poco la orbita y ese será mi regalo por tu arduo trabajo. Dale un beso en la mejilla y que te llene de vida…
Ese acomodo extinguió a los dinosaurios de la tierra. Pero vendría mas vidas…
-No esperaba nada, pero con eso me conformo señor Sol. Ver sus mejillas rosendas como algunas manzanas especiales, ver esas pestañas largas que me atrapan será un privilegio. Ver esos dientes de perla y esos ojos de joya me harán feliz. Su sonrisa que me atrapa y su cabello de oro engarzado seguiré contando…
Así la conjunción se ha dado por milenios y los amantes y eternos enamorados pueden besarse y desde la tierra ser testigos nosotros de ese amor imposible .
(EL Beso entre la Luna y Marte’ se podrá apreciar durante la noche del próximo 31 de diciembre y la mañana del primero de enero de 2022. Expertos aseguran que para poder apreciar este fenómeno basta con voltear a ver el cielo después de 45 minutos del atardecer.
Otra buena noticia es que para apreciar El beso entre la Luna y Marte basta con mirar hacia arriba ya que será visible en todo el planeta Tierra).