Con el fin de dinamizar la economía del sur de Quintana Roo y potenciar sus atractivos turísticos, se ha acordado la construcción de una terminal de carga y un taller mecánico para el sostenimiento del Tren Maya en su paso por la entidad.
Junto a Chetumal, también se construirán talleres mecánicos para el mantenimiento del Tren Maya en las ciudades de Mérida y Francisco de Escárcega, durante 2020, conforme al proyecto ejecutivo del Tren Maya, según información que dio a conocer Pablo Careaga Córdova, encargado del tramo Caribe del Tren Maya.
Asimismo en reunión con el Consejo Coordinador Empresarial celebrada en Cancún, se acordó que el compromiso es que en primera instancia participen los constructores locales principalmente los de los municipios por dónde pasará la vía del Tren Maya, luego los estatales, es decir empresas de la construcción con razón social en la entidad y por último los consorcios nacionales y las firmas internacionales, garantizando el trabajo y privilegiar el abasto local tanto se mano de obra como de insumos, los que se tengan.
Caereaga Córdova señaló que habrá trabajo en todas las etapas de este proyecto, desde la planeación, la arquitectura, la construcción y el suministro de insumos, así como su posterior operación.
“Sólo cuando la magnitud de las diferentes etapas no pueda ser atendida por empresas locales, regionales o nacionales se optará por abrir las concesiones a consorcios internacionales”.
Amir Efrén Padilla Espadas de los Ingenieros Civiles celebró la intención del gobierno federal de abrir a la sociedad el diálogo en sus diferentes escalas, en la parte técnica, social, académica y empresarial ya que el objetivo es involucrarse y apoyar los proyectos como el Tren Maya para dinamizar la economía de la capital del estado y de sus alrededores, tanto en su fase de construcción como en etapas posteriores, ya que estaríamos hablando de una caída en el costo de los insumos y de mejorar las cadenas comerciales que nos permitirían intensificar las relaciones comerciales con Centroamérica, especialmente con Belice.”
En entrevista aparte, Pablo Careaga indicó que todas las obras primero tendrán que pasar por las etapas de estudios, diseño del proyecto ejecutivo, evaluación ambiental, licitación y posteriormente la ejecución de la obra, por lo que los planes presentados son preliminares y están en función de la factibilidad ambiental y urbana, primordialmente.
Hay mucha disponibilidad y expectativa en torno al proyecto, ante lo cual se debe avanzar con muchas reservas para no generar fenómenos especulativos que generen el efecto contrario que se pretende con el tren, es decir, que el proyecto sea un elemento que reorganice el desarrollo urbano y económico de sus zonas de influencia y no, por el contrario, que genere crecimiento anárquico y sin planeación, mencionó.
Fuente: El Economista