Nocaut Político
Por Manuel González
Para nadie en Quintana Roo es un secreto que el candidato del PRI-PVEM-Panal a la presidencia municipal de Tulum, Marciano Dzul Caamal actúa como cacique de esa demarcación, desde los tiempos de Filiberto Martínez Méndez (2011-2013) trató de comprar la candidatura, pero no se le había dado hasta ahora que por dedazo, su hermana Romalda quiere dejarle el puesto, como si se tratara de una herencia, o peor aún, de una monarquía.
El temor de Marciano es porque el candidato a presidente municipal de la alianza PAN-PRD-MC, Víctor Mas Tah es un hombre preparado, respetado por todos los tulumnenses por su trayectoria al frente de la comuna, y en puestos estatales. Tiene la capacidad para poder gobernar el municipio y eso es lo que los Dzul Caamal quieren impedir. Porque la familia que gobierna, Marciano y Romalda Dzul Caamal, no quieren dejar el cacicazgo que tanto daño le ha hecho a los habitantes de este noveno municipio.
Víctor Mas Tah trae proyectos que aseguran el desarrollo y la prosperidad de Tulum para los próximos 30 años, está dividido en tres objetivos estratégicos que tienen que ver con la infraestructura, la paz social y el orden gubernamental; ¿qué trae Marciano?, puras descalificaciones y promesas que esta administración no pudo cumplir.
Si continuamos con el contraste, el candidato del PAN-PRD-MC, Víctor Mas Tah detalla en su proyecto de paz social, que si el voto lo favorece el próximo 1 de julio, trabajará en la prevención del delito, certificando casas, colonias y negocios seguros; también aplicará la tecnología para dicha prevención, se implementará el consejo ciudadano para la seguridad comunitaria y la creación de los comités vecinales para la seguridad con botones de alerta; lógicamente, en todo este proyecto es fundamental la participación ciudadana. Ante esto el candidato del PRI-PVEM-Panal no sabe qué hacer, solo decir que le dará más herramienta a los policías, ¿así como lo hizo su hermana?
En el objetivo de la infraestructura, Víctor Mas propone que los servicios públicos como recolección de basura, agua, drenaje y pavimentación, serán bien atendidos, la movilidad será una prioridad como la ciclopista, el libramiento centro, las áreas peatonales, las avenidas de servicios en la zona hotelera, además de la señalización y nomenclatura que tanta falta hacen en el centro y sus colonias. El intercambio económico social y cultural se dará en la construcción del teatro al aire libre, de hospitales, el proyecto de rescate de la abeja melipona, la apertura de las 21 ventanas al mar con su “Faro del Saber” e infraestructura comercial; además de la gestión de universidades públicas.
Como esta administración de los Dzul Caamal es un desorden gubernamental, el tercer objetivo de Víctor Mas Tah es generar buenas prácticas con innovación, será obligatoria la transparencia y la rendición de cuentas; pero lo más importante, de lo que Marciano no sabe ni “j”, es la eficiencia en el manejo de los recursos públicos; la organización de la estructuras de gobierno y la profesionalización de servidores públicos, que en esta administración brilló por su ausencia.
Esta es la diferencia entre el proyector de Víctor Mas Tah y el cacique Marciano Dzul Caamal, por eso es que tiene miedo al debate de las ideas, porque no trae nada nuevo que ofrecer a los tulumnenses; pero el próximos 1 de julio, Tulum será libre del cacicazgo de los Dzul Caamal.
En próxima entregas le diremos “los pecados” que tiene Marciano Dzul Caamal que durante 12 años fueron encubiertos por los gobiernos de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo.