Cancún.- Integrantes de Amnistía Internacional señalaron que, aunque el estado de Quintana Roo registró cinco carpetas de investigación el 2018 y 12 este año, estas cifras no son confiables, puesto que hay muchos más casos sobre los que ni siquiera se abren carpetas de investigación como feminicidios, pese a que todo apunta que lo son. Y lo mismo pasas en todo el país. Esta negligencia de funcionarios, señala, fomenta la impunidad. Y que no se sabe la cifra de feminicidios porque el estado no la da.
“Yo nunca voy a decir que las cifras no mienten, sí hay que darles interpretación, sí mienten; el año pasado había cinco carpetas de averiguación por feminicidio y ahora son 12; ni siquiera podemos decir si hay más carpetas o más feminicidios; es parte de la fragilidad del estado; estamos hablando de un estado que cuando quiere ser fuerte lo es, cuando quiere información la tiene, la registra; pero cuando oculta información, también lo sabe hacer”, alertó en entrevista Edith Olivares Ferreto, jefa de la Unidad de Derechos Humanos de Amnistía Internacional México.
Entrevistada en el marco de un panel sobre feminicidios, organizado por el Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM) la experta planteó que México tiene dos problemas: “uno es la cantidad de asesinatos de mujeres, algunos de los cuales son feminicidios, y el otro tema es la impunidad, es decir, que no se sancionan los feminicidios o no se sancionan como tales, no se investigan como feminicidios”, subrayó.
Y es que explica la activista, el problema se hace mayor cuando las instituciones encargadas de investigar, las Fiscalías, los agentes del Ministerio Público ni siquiera abren carpetas de investigación por feminicidio, cuando hay características de asesinatos de las mujeres que posiblemente sí lo sean.
“Que haya antecedentes de violencia intrafamiliar, que haya una relación previa entre el presunto asesino y la víctima, que haya violencia sexual, exposición del cuerpo; los agentes del MP no tipifican un delito, lo que hacen es abrir una carpeta de investigación por lo que a ellos les parece que es el delito; lo que encontramos es que, aunque las características son de feminicidio no se contempla como tal”, remarcó.
Puntualiza que, a partir de las cifras que tienen, que dan de 2003, el 70 por ciento de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia y esa cifra se ha mantenido. Tras lo que se le preguntó si concuerda con algo que los funcionarios dicen constantemente: que las cifras de denuncias aumentan porque ahora se denuncia más; su respuesta es que si bien ahora se denuncia más. Al ser un asesinato se investiga de oficio y posteriormente se puede llegar a la conclusión de que es un feminicidio.
En resumen, no se sabe la cifra de feminicidios porque el estado no la da.
ESTADO, OMISO DESDE LA PREVENCIÓN
Sin embargo, estas negligencias de funcionarios que fomentan la impunidad no son las únicas, también hay otras que ocurren desde antes que se cometa un feminicidio.
“Hay una acción omisa del estado para prevenir los feminicidios y para garantizar el bienestar de las mujeres; entonces el estado tiene responsabilidad desde la prevención”, puntualizó.
En cuanto a cifras, dice que son entre nueve y 10 mujeres las que son asesinadas diariamente. De los 3 mil 600 crímenes contra mujeres del año pasado unos 700 nada más fueron considerados como feminicidios. Y aproximadamente 25 mil mujeres han sido asesinadas en los últimos ocho años.
En el marco del panel sobre las omisiones que comete el estado en el tema, se le preguntó sobre esta categoría de crimen pasional que se suele usar en ocasiones, de la que dijo que eso no es un delito, sino una forma para referirse a un asesinato contra una mujer.
“Pero a las mujeres no nos matan por pasión, nos matan por odio”, sentenció. Estos discursos alientan, solapan y fomentan la violencia contra las mujeres, complementó. Reiteró que al no hacer nada para cambiar o evitar estos discursos de odio también se nota esta omisión del estado en la prevención.
Sobre si tienen cifras a detalle sobre las entidades dijo que no, que lo tienen son cifras nacionales, aunque la problemática es muy similar, por lo que la impunidad sería alta en la mayor parte de los estados de la república, incluido Quintana Roo. Pese a todo reconoce que sí está aumentando la tendencia a abrir carpetas de investigación por feminicidio -a diferencia de antes- pero lo que sigue faltando es sancionar a los homicidas.
Habló de una investigadora que ha analizado las cifras de mujeres fallecidas, datos obtenidos por el Inegi a partir de actas de defunción que elaboran los médicos legistas. Ella cree que hasta un 34 por cierto de estas mujeres podrían ser víctimas de feminicidio. Sin embargo, es un dato que muchas veces no se puede corroborar debido a que las actas de defunción no se llenan en su totalidad. Concluyó reafirmando que quienes matan a las mujeres lo hacen porque pueden y quienes no castigan estos actos es porque no quieren.