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Por “textear” conductor de combi atropella a una dama

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Cancún.- Una mujer de edad media fue atropellada por el conductor de una combi del servicio público de Transporte Terrestre del Estado (TTE), que opera con complacencia del Instituto de Movilidad Municipal que dirige Bibian Castillo Dzul.

Según testigos de los hechos, el conductor de la TTE iba “texteando” en su celular y no se detuvo en el paso peatonal sobre la avenida Tulum, frente al Bancomer, en la Supermanzana 22, a unos 50 metros del palacio municipal, así que arrolló a la mujer que quedó tendida sobre el pavimento y fue auxiliada por ciudadanos.

Hasta el lugar llegaron elementos de la policía para tomar conocimiento del accidente, así como paramédicos de la Cruz Roja para prestarle los primeros auxilios a la mujer, que fue llevada luego a un hospital para su atención médica.
Cabe hacer mención que la combi de TTE circula sin placas, con un permiso extendido por el gobierno del estado por medio de la Dirección del Instituto de Movilidad de Quintana Roo.

Asesinan a una mujer y atrapan a uno de sus victimarios

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Cancún.- Sujetos a bordo de una motocicleta dispararon en varias ocasiones contra una mujer, que aún no está identificada, a quien privaron de la vida, hechos ocurridos en la Supermanzana 76, manzana 32, sobre la avenida Prolongación Tulum entre las avenidas 20 de Noviembre y Niños Héroes de esta ciudad.

Según testigos de los hechos, los victimarios venían “cazando” a la mujer, hasta que la ubicaron en la Prolongación Tulum, en una casa con rejas color naranja donde hay una taquería, antes de salir a la avenida 20 de Noviembre, y ahí accionaron sus armas sin bajarse de la motocicleta.

A decir de los vecinos, la persona ejecutada es una empleada de “Compartamos” estaba entregando dinero cuando llegaron dos sujetos en una moto y le dispararon para quitarle el dinero.

Inmediatamente se montó un operativo de búsqueda de los asesinos, pues las patrullas de la Policía Quintana Roo estaban cerca del lugar; después de una persecución, se logró la detención de uno de los dos delincuentes, en la manzana 44 de supermanzana 212, sobre la avenida 20 de Noviembre.

Denuncian a policías por intimidar a mujer después de casi arrollarla

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Ciudadanos denuncian que una patrulla de la Policía Estatal casi atropella a una mujer esta mañana, y en lugar de ayudarla, se comportaron de manera prepotente.

El incidente ocurrió cerca del cruce de las avenidas Bonampak y Chichén Itzá, frente al desarrollo Palmeras.

La patrulla de la Policía Estatal, con número 12085, transitaba por el lugar, pero por un aparente descuido del policía al volante, por poco atropellan a una transeúnte, que alcanzó a hacerse a un lado.

Los agentes uniformados, en lugar de auxiliar a la mujer, la trataron de manera agresiva, intimidándola para que no dijera nada, para de inmediato retirarse.

Mujer se graba aplastando a niña y lo sube a Facebook

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NUEVO LEÓN.- Gracias a un video que circula en las redes sociales como Facebook y Twitter se puede ver como una mujer tortura a una niña pequeña.

La fémina nunca deja ver su rostro y aplasta a la menor con sus pies poniendo todo el peso de su cuerpo para lastimarla. La menor llora e intenta Zafarse pero no lo logra, solo se alcanza a escuchar que pide ayuda a su abuela.
Al parecer el video se origino en Monterrey, Nuevo León pero la información aun esta siendo verificada, lo que sí se sabe es que esta menor debe estar lejos de esta mujer que podría ser su madre.

Video Fuerte, Se Recomienda Discreción













«Esta señora no es ni mujer ni humana».

Mujer se suicida en Chiquilá

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El cuerpo sin vida de una mujer originaria de Chiapas fue hallado hoy al interior de su domicilio, en esta comunidad portuaria, en un aparente suicidio.

Mariela Y. L., de 30 años de edad, tenía varios años de habitar en Chiquilá, en una choza en la calle Castellano con Jacinto Canek, misma donde fue hallada muerta hoy.

Al lugar acudieron elementos de Seguridad Pública y más tarde las autoridades ministeriales para las diligencias correspondientes.

El alcalde del puerto, Valerio Domínguez Mayoral, lamentó esta tragedia, pues recordó que la ahora difunta sacaba adelante a la economía de su hogar a través de diversas labores.

Hieren a mujer de bala

Cancún.- Una mujer fue lesionada múltiples veces de bala, está tarde, en la Supermanzana 72 de esta ciudad, cerca del campo deportivo «Toro Valenzuela».
Sujetos desconocidos hirieron a esta mujer y se dieron a la fuga, sin ser atrapados, en la calle 31.
Al lugar llegaron agentes de la Policía Municipal Ministerial, en tanto la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital General.

Plagian a mujer en la SM 51

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Cancún.- Una mujer, identificada como Wendy “N”, fue plagiada por hombres armados afuera de su casa, en la Supermanzana 51 de esta ciudad.
La mujer estaba en la esquina de la calle Mosquito con la avenida Nichupté, cuando sujetos en una Renault Duster café la obligaron a abordar su vehículo, llevándosela contra su voluntad a un lugar desconocido.
Al lugar llegaron agentes de la Policía Municipal, así como de la Fuerza de Reacción y Atención Inmediata (FRAI), perteneciente a la Fiscalía General del Estado.

‘Los Zetas’ creyeron que estaba muerta; ella hoy cuenta su pesadilla

Por Melva Frutos

Todo comenzó en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a finales de 2011. Norma no olvida la fecha. Y con los detalles le escurren las lágrimas.

Cuando Norma Mendoza López fue detenida y trasladada al penal de Nuevo Laredo, Tamaulipas, pensó positivamente: todo saldrá bien, las cosas se aclararán y no tardará en salir libre. Pero no. Todo se convirtió en una pesadilla extendida. Y duele. Los recuerdos duelen.

Dentro de la camioneta que recorría las calles de Nuevo Laredo, el militar que iba junto a ella le ordenó que se agachara; justificó que le podrían dar un balazo si se enteraban Los Zetas de su traslado. Ella sólo se recargó en la puerta. Molesto, el militar le ordenó que se acostara boca abajo, ella cree que para poder verle las nalgas.

Al llegar a la zona de ingreso del penal, seguía confiando en que todo se trataba de un mal entendido. Pensó que sería liberada inmediatamente.

Pasaron los minutos. La ansiada liberación no llegaba. Sentada sobre una camilla del área de enfermería, no pudo contener las lágrimas que le brotaban y se escurrían por sus mejillas.

Cuando esperaba que el médico terminara de revisar a sus amigos, escuchó una voz tras una puerta: “Ya llegaron unos nuevos”. Entonces comenzó a llenarse el espacio y al poco tiempo ya había más de diez personas en la habitación.

Los recuerdos de Norma siguen brotando: “Llegó con ellos una que le dicen Mireya ‘Tongolele’. Nunca se me va a olvidar, porque me agarró de los pelos y me llevó a donde estaba el consultorio del doctor y me empezó a cachetear y me dijo ‘eres de Reynosa, eres una mugrosa’. Yo estaba espantada”.

Sobre su cabeza sintió la pesada mano de un hombre al que describe como alto y gordo, con toda la dentadura cubierta con… ¿oro?.

Él la tomó del pelo y la sacó a un corredor donde hay una malla ciclónica que dirige a la zona de carpintería.

La cara de Norma fue oprimida a la protección metálica durante todo el trayecto en el lugar donde durante los siguientes ocho días, sería lo más parecido a una sala de tortura.

En ese lugar ya estaba Manuel. Alrededor de siete internos lo golpeaban hasta el cansancio.

A sus 32 años, Norma, de piel aperlada y ojos color café, conserva un aire jovial. Ya pasaron siete años de su “pesadilla”, pero sigue esperando justicia por todo lo que vivió a manos de miembros del crimen organizado, en complicidad con las propias autoridades estatales y federales.

Y, pese a todo, parece no haber perdido el júbilo con el que vivía en 2011, cuando conoció a Manuel en Reynosa.

Él la invitó a pasar dos días con él en Nuevo Laredo. Aunque su madre le pidió que no fuera, ella creyó que le venía bien divertirse un poco.

En 2011, Norma trabajaba toda la semana como secretaria en un despacho de abogados y después de que su marido la dejó -tras nueve años de matrimonio y con cuatro hijos pequeños que mantener-, quería una nueva oportunidad en el amor. Le hizo caso a su pretendiente pese a los consejos de su madre.

Se hospedó con Manuel en un hotel y cuando pasó junto a la alberca, un grupo de hombres le gritaron que se bañara con ellos. Los ignoró y siguió su camino hacia una tienda Walmart.

Regresó un par de horas después, pero en la habitación no sólo la esperaban Manuel y su amigo Ricardo: también había cuatro hombres vestidos de militares.

“Ya tenía mis credenciales y tarjetas del banco. Me dicen ‘ya la estábamos esperando’”.

“Me senté, estuve como media hora. Llegaron dos más vestidos de civil con pantalón azul, suéter negro y encapuchados; con computadoras. Me empezaron a hacer preguntas y yo contestaba”.

Uno le soltó a otro: “ella está limpia”. Pero los elementos militares se llevaron a los tres.

Los había conocido apenas un mes atrás y ese sábado, 12 de noviembre 2011, quedó grabado en su mente hasta ahora.

En la Séptima Agencia del Ministerio Público estuvieron detenidos por dos días.

Ahí reconoció a uno de los mandos como parte del grupo de hombres que la invitaron a “convivir” con ellos en la alberca, cuando le dijo que si se iba con él quince días, la dejaba libre.

Brotan más recuerdos:

-Yo no tengo por qué irme con usted, si yo no he hecho nada. Yo de aquí salgo porque no hice nada. No tiene por qué detenerme si no trae ninguna orden de aprehensión y me están sacando de un hotel-, puntualizó ella.
-Pues entonces aquí te vas a quedar detenida por apretada. Ayer que pasaste por la alberca te estuvimos hablando y no nos hiciste caso.

En su declaración frente a su abogado de oficio, no pusieron nada de lo que Norma dijo. Al contrario, querían que firmara que ella había declarado que fue detenida como halcona -un término usado en México para los que hacen el ‘trabajo’ de vigilantes del narco- y porque supuestamente portaba aparatos de comunicación, así como 3 mil 200 de pesos. Norma se negó a firmar rotundamente.

“Ésta te salió fierita”, comentó la que redactaba en el MP al abogado, quien estaba parado frente a ella sin decir nada.

“Le dije ‘¿y usted quién es?’, y ella dijo: ‘es tú abogado’, no pues le dije que él estaba ahí para defenderme, no para acusarme, y si va a estar así, mejor ni hable”.

En el expediente 178-2011 de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas se describe a la Secretaría de la Defensa Nacional como el denunciante, por el delito de “atentados contra la seguridad de la comunidad. Probable Responsable (s): Juan Manuel Ibarra y Otros”.

A Norma no la dejaron hacer llamadas y le advirtieron que no tenía derecho a nada.

El lunes 14 de noviembre por la mañana le dijeron que ya ‘se iba’. Y ella pensó que se referían a que por fin podría volver a casa.

Pero le pusieron de nuevo las esposas, la subieron a una camioneta custodiada por militares y la llevaron al Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes).

Cuando era golpeado por los internos, miembros de Los Zetas, en el taller de carpintería, Manuel trataba de desligarla de todo.

Les decía que ella no tenía nada que ver, que era inocente. Incluso, la insultaba, para que sus verdugos no creyeran que era una persona importante para él y la dejaran al margen de la situación.

Al ver la tortura a la que lo sometían, Norma cayó en cuenta que a su entonces pretendiente lo acusaban de pertenecer al Cártel del Golfo.

“A mí me temblaban las piernas y cuando preguntaron quién era yo, Manuel empezó a decir cosas feas mías, dijo: ‘esa es una que nos trajimos de Reynosa, es una cualquiera, pero ella no tiene nada que ver en esto, déjenla’”.

Norma traga saliva con los recuerdos que siguen fluyendo. Contiene las lágrimas y se le quiebra la voz al ver a su madre escuchándola.

“Tú deberías de salirte de aquí”, le recomienda durante la entrevista con esta reportera. Era de uno de esos consejos de hija a madre, en busca de que ésta no tenga un mayor sufrimiento. Porque la herida no sana. Y duele. Hasta el recuerdo duele.

La madre de Norma ha sido fuerte desde el primer día en que no supo dónde estaba su hija; sin embargo no conocía ciertos detalles del suceso.

Norma había preferido mantenerla al margen de los detalles crueles.

Pero los recuerdos siguen fluyendo:

Dos sujetos la tomaron de los hombros. Uno de cada uno. Le bajaron los pantalones, la ropa interior y otro le propinó los primeros quince tablazos en las nalgas, piernas y espalda.

Pese al dolor y el miedo, ella seguía de pie.

“Me decía el muchacho, ‘tírate al piso’. Yo no me tiraba, le dije: ‘¿para qué, para que me levantes de otro golpe?’”.

Querían que confesara ser parte del Cártel del Golfo. Fueron turnos de 15 tablazos durante horas. Horas, no minutos. Cuando al fin soltaron la tabla, se dedicaron a abusar sexualmente de ella. El final de la tortura y el abuso lo recuerda ya de madrugada. Cree que eran las 2 o 3 de la mañana del día siguiente.

“Hay algo que recuerdo bien. Cuando estaba parada y ya traía el pelo suelto, estaba con la cabeza agachada, eso fue ya en la noche, yo creo que ya estaban pensando en violarme y le dice uno al otro ‘dile que te la chupe güey’.

“El muchacho estaba sentado y nomás me le quedé viendo, bien enojada, y le dijo ‘no, ya viste cómo me está viendo. Si se la meto me la arranca’. Yo no le quitaba la mirada de encima”.

Ya de madrugada fueron dos mujeres por ella. Eran Rubí y Damaris, quienes decían ser las “encargadas” del área femenil.

Para entonces, Norma sangraba de los glúteos, la espalda y las piernas, pero ellas no se compadecieron y la seguían golpeando. La desnudaron y le robaron su ropa. Y la aventaron en una celda inmunda, donde la llegaban a alarmar después con los típicos baldes de agua fría.

Recuerda que le arrancaron las uñas y le quemaron el cuerpo con cigarros. No podía caminar, y a rastras la hacían que fuera a limpiarles su celda.

“Tenía como cinco días sin comer y me preguntaron que si tenía hambre y para mi mala suerte iba pasando una cucaracha. Me hicieron que la masticara, se me salían las lágrimas del coraje”.

Una noche se la llevaron a un salón donde tenían computadoras; ahí estaba Manuel, aún más herido que ella.

Le mostraron fotos de rostros de hombres. Le preguntaron si los conocía, ella lo negó, entonces le apuntaron con un arma, cortaron cartucho.

Entonces pensó que estaba viviendo su último minuto de vida. Pero no lo fue.

“Pensé ‘Dios cuida a mis hijos’”, dice ahora entre lágrimas.

En aquel momento a través de radios avisaron de la entrada de los “negros” (policías estatales). Y la devolvieron a su celda para continuar el martirio al que las reclusas la sometían diariamente.

*****

El 21 de noviembre de 2011, una convicta alta y corpulenta la levantó del catre en el que yacía, la tiró al piso y agarrándose de dos barrotes, tomó vuelo hacia arriba y se dejó caer sobre su frágil cuerpo.

Fueron diez veces las que cayó encima de su estómago, hasta que se rindió y la dejó mal herida. Los siguientes minutos Norma vomitó sangre hasta que llegó una custodia a ver si estaba viva.

Después de perder el conocimiento, despertó cinco días después en la Clínica La Fe, de Nuevo Laredo.

La información médica es contundente: le quitaron una cuarta parte del hígado, le extirparon la vesícula, la atendieron de múltiples fracturas, incluyendo de costillas; tenía hemorragia interna e inflamación cerebral.

Tiempo después se enteró de la gravedad: la habían dado por muerta desde que la sacaron del penal.

Dos celadores la llevaban a la morgue. En el traslado uno de ellos escuchó un leve quejido y le dijo al otro: “Ésta no va muerta”.

En la clínica La Fe los médicos trabajaron durante horas con un solo fin: salvarle la vida a Norma.

El 4 de diciembre de 2011, fue sometida a una cirugía en la que le retiraron la piel muerta que tenía en la espalda, glúteos y piernas.

Desde entonces ha sido intervenida 14 veces, dos con tratamientos de células madre y algunas cirugías plásticas para la reconstrucción de su cuerpo.

Su familia se enteró que la habían arrestado porque llamaron a su padre para informarle, cuando ya había pasado más una semana.

Su madre y su hermana vivieron un viacrucis tratando de ubicarla en el penal y en los hospitales, hasta que después de quince días, por fin los directivos admitieron que estaba internada.

Por orden de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, se inició el trámite para que le fuera declarado el Protocolo de Estambul.

Dicho sistema es una guía que contiene las líneas básicas, con estándares internacionales en derechos humanos, para la valoración médica y psicológica de una persona que se presuma o haya sido víctima de tortura o algún mal trato.

Para ser declarado, Norma fue sometida a una minuciosa valoración médica y psicológica, durante seis horas diarias en un lapso de ocho días.

“El psicólogo me pidió que le contara todo. Me agarré llorando. Recuero que cerré los ojos y le dije todo. Para cuando terminé de contar y abrí los ojos, estaba en el rincón del cuarto tirada en posición fetal y él sentado a un lado mío. Me levantó y me dio un abrazo fuerte. Me dijo: no necesito ver más”.

Semanas después fue certificada como la primera mujer mexicana viva y torturada en 2011, a quien se le entregó el Protocolo de Estambul.

El 14 de enero de 2015, luego de más de tres años de la querella legal, fue absuelta y puesta en libertad.

Hoy está de nuevo junto con sus hijos y sus padres. Y encontró una nueva oportunidad en el amor.

Aunque aún necesita más intervenciones quirúrgicas -que podrían ocupar todo su tiempo y mente-, Norma no deja de buscar la justicia. Por ahora tiene planeado demandar a la Sedena.

Manuel murió en el penal de Nuevo Laredo, oficialmente de un “paro cardiaco”. Ricardo aún está recluido pero se desconoce en qué condiciones(Web).

Por beber tequila del ombligo de una mujer se queda sin empleo en el próximo Gabinete de BC

BAJA CALIFORNIA.- Jesús Pereida, quien hasta hace unos días era considerado para ocupar el cargo de delegado de la Secretaría de Bienestar en Tecate, durante la gestión de Jaime Bonilla, perdió su futuro nombramiento luego de que se hiciera viral un video en el que se le observa bebiendo tequila del cuerpo de una mujer, publicó sinembargo.mx.

A raíz de que la grabación se difundió en redes sociales, la próxima Secretaria de Bienestar de Baja California, Cinthya Gissel García Soberanes, reveló que el funcionario quedó fuera del organigrama de la dependencia, y aseguró que bajo ninguna circunstancia permitirá que se denigre a la mujer.

En el video se observa a Jesús Pereida acompañado de otros dos hombres en lo que parece ser un restaurante, mientras una mujer permanece recostada sobre una mesa en medio de los tres.

Posteriormente, uno de los acompañantes del funcionario comienza a verter una bebida, presuntamente tequila, sobre el cuerpo de la joven, mientras Pereida bebe el líquido que se derrama en el abdomen y el pecho de la dama.

Finalmente, el servidor público sujeta a la mujer por la cabeza para besarla por la fuerza, a lo que la mujer responde alejándolo y sonriendo mientras se levanta y se aleja de la mesa.

Luego de que esta grabación se hiciera viral, la futura titular de la Secretaría de Bienestar de Baja California, Cinthya Gissel García Soberanes, compartió un posicionamiento en sus redes sociales en el que informó que Jesús Pereida ya no forma parte del organigrama de la dependencia que dirigirá.

“Hago del conocimiento de los bajacalifornianos que, a partir de esta misma noche del martes 8 de octubre, el Sr. Jesús Pereida deja de formar parte del organigrama de la Secretaría de Bienestar Social de la próxima administración estatal de Baja California”, reveló.

En su mensaje, la funcionaria aseguró que llevará a cabo una revisión a detalle de los perfiles de las personas que fueron postuladas para formar parte de la dependencia con el fin de mantener a los mejores mujeres y hombres en el cargo.

Además, aseguró que “bajo ninguna circunstancia vamos a permitir que se denigre a la mujer, ni ayer, ni hoy, ni nunca”.

Finalmente, García Soberanes aseguró que durante la próxima administración de Jaime Bonilla en Baja California se respetará el lugar de la mujer y se le tratará con respeto e igualdad.

“En el gobierno que próximamente encabezará el ingeniero Jaime Bonilla, la mujer va a tener el lugar que se merece, siempre guardando el respeto, la tolerancia y la igualdad que se ha logrado conquistar a través de la historia”, aseguró. (Fuente: sinembargo.mx)

Policía de Progreso golpea y lastima a mujer y la sueltan por confusión

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Policía de Progreso golpea y lastima a una mujer y luego la sueltan porque la confundieron

Progreso, Yucatán.- Lastimada con el taser en su cintura, que la dejó quemada, Silvia Bentata Romero de la policía de Progreso, Yucatán por haberla lastimado.

– El día Miércoles me levante para ir al Oxxo con mi madre por unos cigarros y un refresco, antes de salir de salir de la sucursal me percato que mi auto estaba rodeado por anti motines y policías.

Sigue narrando:

-Nos separaron a mi madre en un lado y yo en otro lado teniendo en la mano, mis cigarros, mis lentes de sol y 3 mil pesos …. para los que me conocen saben que soy epiléptica, al subirme a la camioneta de los antimotines me dio un ataque y la mujer policía en vez de sostenerte la lengua me empezó a dar de bofetadas y patadas… del cabello me treparon a la camioneta, y segui en crisis a lo cual la policía mujer ( la cual me se su nombre y su número de unidad se la paso burlándose de mi, me quitó mi dinero y mis lentes y se los puso.

“Cuando llegamos a la Secretaría de Seguridad Pública nos estacionamos y me dieron a firma una hoja con el nombre de una chava que no era el mío ( omitire el nombre ) me mostraron la foto y me decían ‘awebo eres tu’, a lo que les contesté: si se parece a mi pero yo tengo rastas y tatuajes y les seguía diciendo soy Silvia bentata Romero, (no me dejaron sacar de mi auto mi INE) y me decían fírmale y les decía que no, era un papel para que entrara a los separos con mil demandas !….. y me dijeron lo arreglamos a nuestra manera o a la tuya, lo cual conteste tienen mi dinero ustedes y en menudo 23 pesos, de un patada la.mujer policía me saco de la camioneta al monte… y empezó a patearme para que aceptara que yo era esa susodicha, y yo aferrada que no era de la nada sacaron un taser y se pusieron a darme toques y toques ….( en el trascurso de risa y risa de ellos se fumaban mis cigarros ) me torturaron… me safaron un hombro , durante 30 min, hasta que reaccione y les dije, hace años tuve un problema y estuve aquí…. pasaron mi huella y dijo el comandante, no esta mientiendo es Silvia Bentata Romero, Y SOLO ME DIJIERON NOS CONFUNDIMOS!….. traigo las costillas.quemadas y la espalda…. ESTA ES LA POLICIA DE YUCATAN?

Este es el relato de Silvia y tiene mucho miedo…

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