periodismo

Retira Iris Mora iniciativa que causó polémica entre el gremio periodístico

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Chetumal.- La diputada Iris Mora retiró la iniciativa que causó polémica entre el gremio de periodistas. “Mi intención fue defender la privacidad de los quintanarroenses sin afectar la libertad de expresión”, dijo Noticias Pedro Canché.

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Actualmente el artículo 194-Bis del Código Penal de Quintana Roo señala que: “Se sancionará con prisión de seis meses a cuatro años y de cien a trescientos días multa, a quien, sin consentimiento de otro, o sin autorización judicial y con el fin de conocer asuntos relacionados con la intimidad personal o familiar de aquél, utilizando cualquier medio.
Los texto propuestos por la diputada refieren: Articulo 194-Bis:

“Para efectos de lo dispuesto en el presente Capítulo, deberá entenderse por derecho a la intimidad, la manifestación concreta de la separación entre el ámbito privado y el público, es decir, la existencia de un ámbito privado que se encuentra reservado frente a la acción y conocimiento de los demás y que tiene por objeto garantizar al individuo un ámbito reservado de su vida frente a la acción y conocimiento de terceros.

“Después de escuchar todas las voces y de haber realizado un análisis profundo sobre el contexto tanto electoral, como político que estamos viviendo, quiero dirigirme en primer lugar a todas y todos los integrantes de los medios de comunicación; y reiterarles que jamás y nunca, he pretendido proteger reforma alguna que busque cancelar y/o restringir la libertad de expresión, la libre investigación, ni el ejercicio serio ético y formal del periodismo”, dijo en un comunicado.

“Hoy ante un mundo en donde el espacio privado e íntimo suele ser constantemente vulnerado y abusado, por ello la iniciativa de reforma que presente , buscaba que ese espacio “intimo” y exclusivo, llámese casa, auto, oficina privada, sea protegido sobre todo cuando la información que se haya obtenido haya sido en un espacio de confianza y vulnerabilidad, abusándose de la confianza proporcionada; situación que se sacó de contexto y se tergiversó , dándole una interpretación errónea, imputándome falsamente una supuesta promoción de censura; nada más alejado de la realidad, porque, en lo personal he defendido siempre el ejercicio de las más puras libertades individuales, entre ellas la libertad de expresión, hecho que en nuestro Estado es y debe ser punta de lanza y el mejor tamiz ante el que se pase el ejercicio de la función pública.

La iniciativa presentada, no modifica en esencia el tipo penal vigente, ya que se propone una reestructuración de la tipificación del delito, lo cual ha sido estudiado y analizado. Observándose que el texto que se propone que es novedoso para el tipo penal actual, es el párrafo que tipifica la siguiente acción:
“Acceda a la información contenida en un aparato para el procesamiento de datos o cualquier dispositivo de almacenamiento de la información, sin autorización de su propietario o poseedor legítimo”.

Es de puntualizarse que el tipo penal actual, así como lo propuesto por la iniciativa, únicamente se refiere a información que corresponde al ámbito privado de las personas, sin que se pueda entender un alcance mayor, en especie tratándose de Servidores Públicos, respecto de quienes la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, previenen lo necesario al establecer mecanismos para el seguimiento de la evolución patrimonial de los mismos, así como para prevenir y sancionar todo acto de corrupción.
Quiero dejar en claro, que seguiré defendiendo la esfera privada de todos los quintanarroenses, y jamás buscare como hasta ahora no lo he hecho, que la libertad de expresión de supedite a nada.
Por todo ello y enarbolando la bandera de la libertad de expresión, aviso que he realizado los trámites necesarios para que la Iniciativa de Reforma que presente, sea retirada del estudio ante la Comisión de Justicia”.

El Congreso del Estado no criminalizará la actividad periodística, aclara Eduardo Martínez Arcila

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Chetumal.- No está en el ánimo del Congreso del Estado buscar limitar o criminalizar la actividad periodística y si alguna reforma, sin ser ese su objetivo, puede traer esas implicacones, no será aprobada, aseveró hoy Eduardo Martínez Arcila, diputado presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo).

Entrevistado hoy en torno a la iniciativa de la diputada perredista Iris Mora Vallejo para reformar el Código Penal en materia del derecho a la intimidad, el legislador panista primeramente pidió no adelantarse, pues se trata de un documento todavía toca ser estudiado por la Comisión de Justicia, donde no es prioritario y donde probablemente ya no alcance a salir dictaminado.
Martínez Arcila afirmó que tendrá que platicar con Iris Mora, pero la iniciativa no tiene la finalidad de obstaculizar el ejercicio periodístico. En este sentido, pidió evitar linchamientos antes de conocer el fondo de la propuesta.

Aceptó que probablemente faltó revisar la iniciativa a detalle con integrantes de la prensa para revisar sus alcances.
La legisladora perredista ya aclaró en entrevista separada que el castigo a la violación del derecho a la intimidad ya está tipificada desde 2008, y que su iniciativa busca añadir la extracción de información de dispositivos digitales al artículo, que ahora solo menciona la obtención sin permiso de documentos, videos o audios. También incluye en esta pena el amenazar con la difusión de información privada, como una medida contra la extorsión.

Sin embargo, la redacción de estos artículos es cambiada, para incluir la obtención de documentos o información en el ámbito personal, familiar o profesional, ligada a la vida privada de las personas, que es lo que ha generado objeciones.

No al periodismo sicario

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Por Julio Astillero

#NoAlPeriodismoSicario
Julio Hernández López
Desde mi punto de vista, el entrevistador y columnista Ricardo Alemán cometió este sábado 5 de mayo un gran error profesional y personal. Pasadas las cinco de la tarde escribió dos palabras y tres signos finales de admiración: “Les hablan!!!”. Se refería a un recuadro que ya estaba circulando en las redes sociales: “A John Lennon lo mató un fan A Versace lo mató un fan A Selena la mató una fan A ver a qué hora, chairos”.

Esa misma noche de sábado, casi a las 9.30 pm, cuando leí el tuit, escribí en el mismo sistema caracterizado por un pajarito azul: “Me parece sumamente peligroso que se aliente o «juegue» con la idea de un atentado político, como lo hace @RicardoAlemanMx”. Minutos más tarde, Alemán me contestó: “Qué pena, Julio, que dos palabras te hagan imaginar lo impensable! Analiza, antes de que el odio nuble la razón! Un retuit no avala y una advertencia no apoya! «Les hablan» es una llamada de atención! Sólo eso! Nunca pensé que lo tuyo fuera retorcer las ideas!”. A lo que respondí: “Eres responsable de la literalidad de tu tuit (no fue un RT). Dices, @RicardoAlemanMx, q es «advertencia», «llamada de atención». ¿Hacia los «chairos»? ¿»Chairos» fanáticos que podrían asesinar al mismo #AMLO? No juegues con estos temas. Podrías explicarte y disculparte. Saludos”. Agregué: “Sumamente irresponsable que se aliente la posibilidad de un atentado político. Grave que se siembre y promueva la coartada de los «chairos», en el contexto de los fanáticos que acaban asesinando a sus propios ídolos. Debería @RicardoAlemanMx retirar su tuit y ofrecer disculpas”.

Luego, sin precisar destinatario, Alemán tuiteó: “Jajaja! Hoy más que nunca les aplica el mote de «jauría»! Recuerden que sólo el primero de los perros sabe por qué ladra!!! El resto son manada! Jajaja! Saluditos a la legión de idiotas!”. En un tono similar, Alemán se ha referido a diversos temas socialmente muy sensibles, el más reciente el de los jóvenes estudiantes de cine asesinados en la zona metropolitana de Guadalajara. A las 9.39 de la noche propuse la etiqueta #NoAlPeriodismoSicario, que fue utilizada por una porción de quienes ya estaban inundando las redes sociales con críticas de tonos mayoritariamente elevados contra el mencionado Alemán.

Convertido el tema en tendencia de primeros lugares en el tablero nacional, dejó de manifiesto la preocupación ante las expresiones que parecieran deseosas de crear condiciones para un atentado contra Andrés Manuel López Obrador, cuya delantera electoral parece irrefrenable por métodos legales y pacíficos, y, en el caso de lo citado por Ricardo Alemán, incluso la siembra de una acusación previa, o coartada, respecto a los propios “fanáticos” del tabasqueño.

El disenso político, la crítica a personajes, partidos y campañas, no debe llegar a escenarios de violencia política. El recurso del miedo, como inhibición social y contención electoral, no debe ser manejado de manera irresponsable por quienes tienen (tenemos, en mi caso) un espacio periodístico, ni siquiera porque nuestras expresiones circunstanciales se manifestaran en forma de un tuit, que tiene un carácter distinto al del periodismo en sí. Y, en dado caso, lo que ha sucedido en varias ocasiones conmigo, está la oportunidad de corrección inmediata mediante la supresión del tuit irreflexivo, infundado o incorrecto y, desde luego, la disculpa pública y las precisiones que fueran necesarias. De otra manera, se está abonando el terreno para las tentaciones violentas de poderes desesperados ante el paso del tiempo en una campaña electoral que no favorece sus intereses. Digamos, todos, #NoAlPeriodismoSicario.-

Voces y algoritmos para desarticular el silencio

A nadie le pasa desapercibido hoy en día que la libertad de expresión y el libre ejercicio del periodismo, considerado el cuarto poder, atraviesan horas bajas en las sociedades con democracias que, por este y otros motivos, se van debilitando al igual que sus gobiernos, que sucumben al rigor de las reglas impopulares de la economía internacional.
El contexto en el que se practica el periodismo en México arroja cifras preocupantes acerca de la violencia ejecutada de diferentes modos y desde diferentes posiciones sobre buena parte del gremio que se obstina, por vocación, en seguir ejerciendo el oficio y el derecho a informar. México es el tercer país más peligroso y letal del mundo para ejercer el periodismo, hecho que restringe en gran medida el derecho inalienable de la sociedad mexicana a ser informada, y por lo tanto se vulnera el derecho constitucional a recibir información independiente y contrastada, fundamentalmente para tomar decisiones apropiadas tanto en el ámbito político como en la esfera privada.
La situación, sobre todo en los estados de la república, refleja la precariedad e indefensión que viven los reporteros y periodistas que trabajan cubriendo noticias que informen de temas relacionados tanto con la corrupción institucional como con el narco, que muchas veces corren de la mano.
El entramado que ha permitido los ataques a la prensa es tan complejo como inabordable en su conjunto, ya que de entrada las empresas que contratan periodistas no les aseguran condiciones dignas de trabajo. La lista de agravios es larga, empezando por los bajos salarios, las condiciones de seguridad para poder realizar el trabajo informativo y la nula cobertura en cuanto a seguridad social al no estar contratados más que como trabajadores externos, entre otras desventajas. Por otro lado, la existencia de halcones y periodistas comprados dentro de las redacciones de muchos periódicos hacen irrespirable el ambiente para aquellos periodistas que aspiran a cumplir con su trabajo de investigar e informar libremente.

En este contexto, el número de muertos y desaparecidos crece de manera alarmante, mientras que hay otros periodistas que mantienen la vida, y la de los suyos, al precio de silenciar sus voces y pasar al ostracismo social.
Según Julian Assange, uno de los fundadores de Wiki leaks, la información es poder, y en un mundo en el que la transparencia digital está tomando la esfera pública, no quedan más que ciertos espacios de privacidad para resguadarnos del flujo de información del que somos parte activa. Las amenazas que pesan sobre los periodistas además de impedir su desempeño laboral, afecta a todos los espacios de la intimidad, aquellos que asignamos a la esfera de la privacidad, siendo más efectivas y redituables las amenazas para conseguir el silencio que la eliminación directa del periodista.
El silencio también pasa por no poder protestar ni hacer pública su condición de amenazados. El miedo invade poco a poco todos los ámbitos íntimos de la vida y el periodista atraviesa todo un arcoiris de sentimientos, ninguno positivo, que van desde la ansiedad, al sentimiento de culpabilidad, la baja autoestima, la lejanía física y emocional para proteger a los suyos de las investigaciones y amenazas, la depresión, el sentimiento de soledad o el desamparo.
Todos estos motivos hacen que esos medios de comunicación que pertencen a grandes consorcios mediáticos están bajo la mira y sospecha de aquellos ciudadanos que todavía aspiran a consumir información independiente y objetiva. De hecho, nos movemos hacia una realidad social en la que los medios serán sufragados por los ciudadanos, y en muchos casos serán quienes provean de contenidos a estos nuevos medios y estructuras digitales de comunicación, con lo que la propaganda y censura que las instituciones de gobierno y los grupos delictivos impulsan a través de contratación de publicidad y otras prebendas a los directivos de medios convencionales quedarán pronto sin efecto.
Este nuevo panorama de convergencia digital, con la aparición de la figura del prosumidor (combinación de productor y consumidor) junto a las bases de una nueva cultura colaborativa, favorece la diseminación de contenidos de manera inusitada a través de toda la ecología mediática. La fuerza del fenómeno de la viralización de un contenido demuestra cómo los medios tradicionales quedan rebasados y cómo una historia local puede convertirse en global en cuestión de minutos. Todo ello apunta a un fenómeno que camina en dirección contraria a la lectura lineal de los acontecimientos y de las diferentes narrativas que componen el discurso de la realidad. Las narrativas transmedia permiten analizar la realidad desde muchos puntos de vista y así se construye una «verdad» objetiva entre todos los usuarios, al margen del monopolio mediático y unidireccional.
En este contexto se inscribe FRAGMENTOS.mx, UNA HISTORIA NO CONTADA, un documental sonoro transmedia que se alberga en una plataforma digital interactiva y cuyo eje central se articula como un repositorio virtual de testimonios de varios

periodistas amenazados y/o desplazados que no pueden continuar con su trabajo de modo natural.
La coacción por métodos violentos, amenazas y demás estrategias para silenciar periodistas pasan por inculcar el miedo. Pero el miedo en abstracto, el que provoca la intuición de una muerte cierta por seguir informando, se traduce en multitud de sentimientos que desgarran la esfera íntima.
A través de un mapeo de dichas emociones en FRAGMENTOS.mx se construye una cartografía emocional que se convierte en el tronco central de esta plataforma transmedia. Este repositorio virtual explora sentimientos y emociones a través de un código de programación, a partir de algoritmos, creado específicamente para este proyecto web transmedia, el cual procesa datos y los convierte en información gráfica, sincronizando imagen y audio.
Esta plataforma es asimismo un ensayo sobre la investigación estética de la información y la multiplicidad de lecturas a la que da lugar, logrando con estas narrativas transversales y multimedia abrazar la realidad desde diferentes ángulos y trascender el discurso lineal de la misma, liberándola de los monopolios sobre la verdad.
El crecimiento de la comunicación en red junto al auge de las prácticas de la cultura participativa facilita nuevas formas y métodos para una diversidad de grupos que esperan que se escuche su voz, como en este caso la de los periodistas. Precisamente ellos, los encargados de difundir a la sociedad los actos de impunidad y corrupción que no deben ser tolerados. Sin ellos, estaríamos totalmente en manos de los grupos delictivos que gobiernan el país.
La sociedad civil no se puede acostumbrar al silencio. Si como sociedad respondemos con silencio al silencio obligado en el que viven muchos periodistas, demasiados, nos hace también cómplices de esta barbarie de voces cesadas por un lado y oídos sordos por el otro. Solo entre todos se puede construir un nuevo concepto de verdad.
Texto editado y supervisado por Rubén Bonet