Cancún, Quintana Roo.- El ataque al bar “La Cuca”, ubicado en la avenida José López Portillo, que se saldó con cinco muertos, fue dirigido a un grupo de siete personas provenientes de Tamaulipas, en una mesa, quienes posiblemente hayan sido confundidos con narcomenudistas, reveló hoy el fiscal general del Estado, Óscar Montes de Oca.
En rueda de prensa convocada hoy en las instalaciones de la Fiscalía, en Cancún, el fiscal indicó que cuatro personas, tres con arma corta y una con arma larga, amagaron al guardia de seguridad para ingresar a este bar y disparar contra esta mesa, seguida de disparos contra otros clientes.
Su aparente blanco era un grupo provenientes de Tamaulipas, al parecer dedicados a la construcción.
Al parecer en el bar se practicaba el narcomenudeo y no se descarta que sea confusión de este grupo con narcomenudistas.
Los responsables ya han sido identificados y tres personas fueron presentadas, incluido al gerente del lugar, por poseer un arma de fuego, que no fue usada en este hecho.
Cuestionado sobre los tres multihomicidios ocurrido en los primeros dos meses del año, aceptó que los narcomenudistas han cambiado sus formas de operar de manera violenta, pero confió en poder detenerlos.
Añadió que no tienen evidencias de que efectivamente sean pugnas de cárteles, pero indicó que son grupos delictivos “que se han ido fortaleciendo por la falta de ataque a sus actividades ilícitas y con la corrupción que imperaban”.
La semana próxima, anunció, iniciará una revisión de bares, para que estén dentro de la legalidad y no realicen actividades ilícitas.
MAS CASOS
En la rueda de prensa, también comentó la detención de dos personas por llevar a una adolescente en su taxi en Villas Otoch, quien confesó que la obligaban a cumplir favores sexuales, quienes ya fueron vinculados a proceso y que confía recibirán la sentencia máxima. En tres meses cerrará la investigación.
Asimismo, habló de la detención de tres presuntos responsables de un feminicidio, ocurrido el pasado 9 de febrero en el Periférico de Cancún. Los sujetos supuestamente plagiaron a una mujer y su marido en un bar la noche anterior y los llevaron primero a un domicilio y luego a esta avenida, donde mataron a la mujer, pero se les escapó el hombre.
También habría un detenido en el caso del asesinato de un empresario, afuera de un banco en la avenida Tulum, el pasado 11 de febrero. Se trata de una persona relacionada con varios asaltos a cuentahabientes y que fue capturado por portación de arma de fuego. El expediente todavía se integra para acusarlo de este homicidio.
“Una de las principales líneas de acción del actual gobierno es que los delitos no queden impunes”, declaro Montes de Oca.
En lo que va del mes van cinco muebles asegurados en 20 cateos, lo que aclaró que no es “ni suficiente ni extraordinario, es lo básico que debemos hacer”, recalcando que están reestructurando sus áreas para tener mayor eficacia.
FISCALÍA “ABANDONADA”
Sobre esta reestructura, rechazó que se trate de despidos, sino que es reacomodo de personal, pues se ha detectado a arquitectos, pedagogos e ingenieros de alimentos como auxiliares de Ministerio Público, cuando estas plazas debieran, como mínimo, ser para pasantes de derecho.
También indicó que hay gente en puestos y sueldos que sobrepasan su capacidad.
“La mayor queja que tenemos es que no hay gente”, comentó, lo que atribuyó a la gran cantidad de plazas asignadas a personas con “horario muy cómodo, que hacen una labor administrativa y que a las 5 de la tarde están en su casa”.
Cuestionado sobre el personal que sería dado de baja, rebatió señalando que se debe garantizar a la ciudadanía que su denuncia será llevada de manera profesional, cosa que queda en entredicho si una persona sin el perfil adecuado lleva la investigación.
Incluso, aseveró que la contratación y continuidad de estas personas, algunas de hace 20 años y otras de seis meses, “también es impunidad”.
Cabe destacar que en la conferencia de prensa había medios, al parecer canandienses, que preguntaron por la seguridad del destino, contestando el fiscal que estos ataques entre grupos de narcomenudistas ocurren en lugares apartados de puntos turísticos.